La tarjeta Bip! tendría sus días contados, literalmente. El próximo año, este plástico tal cual como lo conocemos los que pagamos, debería ser reemplazado por una «súper tarjeta» personalizada y que permitiría obtener descuentos al prepagar un día de viaje, un mes o un año.
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Eso fue lo que indicó al menos la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien en el lanzamiento del Registro de Evasores «sopló» que los estudios tienen muchas posibilidades de concretarse a causa del fin del contrato con Sonda S.A., la compañía que se preocupa del sistema de recarga y pagos de los pasajes del Transantiago. Originalmente el contrato se vence en febrero de 2019, pero la fecha podría aplazarse para realizar una licitación junto a otra relacionada a los buses.
Aún así, lo que informó la autoridad es que habrá cambios radicales. «La tarjeta Bip! actual tiene limitaciones para tener planes de pago. La nueva tarjeta debiera tener la posibilidad de incentivar y hacer algún descuento para personas que prepagan una cantidad grande de pasaje. Ese tipo de cosas actualmente no es posible de hacer por cuestiones tecnológicas, pero hacia allá deberíamos avanzar: allá va la micro», detalló Hutt.
Pros de la idea
La idea es funcionar como operan los sistemas de pago en otros países, mayormente europeos. En Francia, Alemania, República Checa, por citar algunos, hay tickets diarios que son más baratos que el pasaje unitario. Lo mismo ocurre con el abono semanal, que es más conveniente que el diario. El mensual implica un ahorro mucho mayor y el pago anual impacta positivamente en términos de costo al pasajero.
Eso es lo que se quiere copiar en Chile, con una tarjeta personalizada. ¿En cuánto quedará el pasaje? No hay cifras pues el planteamiento está en etapa de estudio.
Para el profesor de Ingeniería de la U. de Chile Alejandro Tirachini, PhD en Transportes, «esta es una buena medida porque incentiva el uso del transporte público para usuarios frecuentes porque van a haber pagado por un ticket independiente del número de viajes y además ayuda a evitar la evasión circunstancial, que se da cuando las personas no tienen saldo en su tarjeta».
Contras
Guillermo Muñoz fue el jefe de la Dirección de Transportes Público Metropolitano (Dtpm) del Gobierno pasado y afirma que durante su gestión se estudió un sistema de abonos, pero la piedra de tope eran los costos
«Lo pensamos. Dejamos diseñado un sistema de abonos en distintas fases que contenía desde la rebaja al estilo ‘cada diez pasajes, uno gratis’ hasta sistemas más complejos del tipo ‘pague veinte viajes al mes y el resto gratis’. Eso quedó diseñado en la Dtpm, pero el problema está es que esto aumenta, en el corto plazo, los costos del sistema», sentencia.