Declara quien sería “el verdadero novio oficial” de Nahir Galarza, la otra pieza clave para la defensa de la joven

Las jornadas en los Tribunales de Gualeguaychú aún no terminan para Nahir Galarza (19), la joven argentina, estudiante de abogacía y acusada de asesinar a su pareja, Fernando Pastorizzo (20). Este lunes la defensa volverá a intentar establecer que ambos tenían una relación ocasional.

Durante la jornada declarará un Rafael Distefano, quien es apuntado por los abogados de la argentina como «el verdadero novio oficial».

Rafael sería el motivo de la pelea entre Pastorizzo y Galarza en la discoteque Bikini la noche de navidad. De acuerdo con el testimonio de la mejor amiga de la acusada, Sol Martínez, «Nahir y Rafael se besaron», razón por la cual, según cuenta la imputada, Fernando la habría increpado tras verla «con otro», recoge Clarín.

Este nuevo amorío de la joven estudiante de derecho habría sido también el detonante de la pelea que tuvieron la madrugada del 29 de diciembre, minutos antes del fatídico desenlace.

«Rafael es diez mil veces mejor que vos”, habría dicho Galarza a Pastorizo, según relata la misma joven en su testimonio.

La defensa buscaba demostrar que la acusada no tenía una relación seria con Fernando, ya que llevaba relaciones paralelas ocasionales con otros sujetos e inclusive con un profesor de univerisdad, para así desestimar el agravante que supone el vínculo entre ambos para el caso.

«Sólo para tener sexo»

El denominado «verdadero novio oficial» no es el único que se enfrenta a los tribunales durante esta jornada. Joaquín Osorio (18), otro de los denominados romances ocasionales de la joven dio su versión de los hechos.

“Si le gustabas podías tener relaciones sexuales con ella, no había problema”, indicó Osorio, quien se veía con Galarza desde el 2016 hasta un mes antes del crimen «sólo para tener sexo», según recoge el medio argentino.

Sin embargo, esta nueva declaración puede haber perjudicado a la estudiante de derecho ya que el joven indicó a que vio a Nahir la mañana siguiente al crimen «ingresando a su casa con una sonrisita».