El ataque informático sigue haciendo eco en las oficinas del Banco de Chile. Esta vez, desde la entidad se dirigieron directamente a sus clientes, a casi dos semanas de ocurrido el hecho.
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En una carta firmada por el gerente general, Eduardo Ebensperger, la entidad indicó que el 24 de mayo pasado «se detectó que terceros, delincuentes internacionales altamente sofisticados, a través de acciones ilícitas sustrajeron desde cuentas propias de Banco de Chile en bancos corresponsales del exterior, una cifra aproximada a US$10 millones, dinero que corresponde a fondos del Banco y no de sus clientes«.
La misiva, que no agrega nada nuevo a lo que ya se sabía, explica que el virus que con el que se hizo el ataque «afectó algunos sistemas del banco, impidiendo su normal funcionamiento», pero que una vez detectado «se activaron nuestros protocolos de seguridad y el plan de contingencia, lo que permitió controlar el incidente, continuar con la operación del Banco y asegurar la integridad de los datos e información, de manera que no se vieran perjudicadas las transacciones, registros, fondos y productos de nuestros clientes» y solo la página web, el resto de los canales móviles y la red de cajeros automáticos se mantuvieron operativos.
«Lamentamos profundamente los inconvenientes que generó esta situación que se reflejó en la lentitud operativa de nuestras sucursales (pagos de cheques y/o Vale Vistas, efectuar cambio de claves presenciales entre otros). Sin embargo, estamos convencidos que nuestra reacción permitió preservar la seguridad de sus datos, fondos y productos», dice Ebensperger.
La carta finaliza afirmando que «continuamos trabajando arduamente no sólo para que estos hechos no se repitan, sino que también para seguir entregando los mejores servicios financieros, de forma ágil, y con los mayores estándares de seguridad».