Suena extraño, pero no es tan raro como parece. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le mostró al líder de Corea del Norte Kim Jong-un el interior de «La Bestia», su poderosa limusina blindada, durante la histórica cumbre «atómica» en Singapur.
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El hecho se dio en medio de la hora de almuerzo, tras tres horas y media de reuniones. Durante un paseo por el balneario donde celebraron una cumbre, ambos mandatarios se dirigieron al lugar donde estaba estacionada la comitiva de vehículos para ver el interior del imponente automóvil.
Trump fue visto hablando y gesticulando antes de que un agente del Servicio Secreto abrió la puerta para dejar que los mandatarios echasen un vistazo dentro.
Un guardaespaldas abrió la puerta del automóvil y Kim se asomó, esbozando una sonrisa nerviosa, para ver el interior de imponente vehículo.
El Cadillac de nueve toneladas está equipado con la última tecnología para conservar ilesos a sus ocupantes. La lujosa limusina es a prueba de balas, granadas y bombas, tiene un tipo especial de neumáticos que continúan rodando luego de reventarse y una dosis de oxígeno en su interior en caso de que se produzca un ataque químico.
Fin de la cumbre
El presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un partieron de Singapur el martes con encendidos autoelogios a los avances logrados en la desnuclearización de la península coreana.
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Sin embargo, Trump enfrentaba preguntas difíciles en casa acerca de si obtuvo muy poco a cambio de lo mucho que concedió, como el acuerdo de desistir de los ejercicios militares con Corea del Sur.