El problema eterno en toda familia con hijos en el colegio: que los niños aprendan y se interesen por las matemáticas. Tedioso, aburrido y abstracto, son algunas de las razones de porqué el estudio de esta ciencia muchas veces debe ser complementado por horas de reforzamiento fuera de las horas de clases.
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Ante tal problemática, en España crearon una aplicación para suplir los ripios de los alumnos y que desde Enero está disponible en nuestro país. Smartick es la plataforma, para niños de 4 a 14 años, que tiene como una de sus principales característica la utilización de la inteligencia artificial para crear los planes de estudios acorde a las capacidades de cada usuario. Algo así como Netflix, aplicación que genera el catálogo de películas según intereses del usuario.
Para poder utilizar esta herramienta, es necesario registrarse y pagar una suscripción de 25 mil pesos. Tras ese paso, la aplicación se puede descargar en cualquier dispositivo móvil para que el niño «juegue» con la aplicación entre 10 a 20 minutos al día.
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Cada país con su propio nivel
Smartick ha sido probada en más de 100 países y Francisca Fuensalida, vocera de la aplicación, resalta que no en todos las naciones se aplica la misma dificultad en los ejercicios. «La inteligencia artificial con la que funciona el programa, ayuda a que el sistema vaya aprendiendo junto a los jóvenes cuales son los niveles que requieren de manera individual y como país»
Javier Arroyo, co-fundador de Smartick afirma que “El futuro de la educación pasa por la personalización. Con la inteligencia artificial que utilizamos, podemos saber el comportamiento del usuario, y en base a este resultado, los ejercicios y niveles que brindamos varían y se adaptan al perfil del estudiante”.
Desde la empresa aseguran que es necesario un «cambio de paradigma» en la forma que se enseñan las matemáticas. La alternativa, aseguran, pasa por mostrar a los alumnos el uso real de esta ciencia a través de materias como la robótica y la programación, además de problemas matemáticos cotidianos. Así, cada niño aprende matemáticas en su nivel exacto. Eliminando además la ansiedad que genera esta materia y haciendo que ésta se convierta en algo natural y fácil, como la música.