Hace poco el Gobierno anunció una medida de tolerancia cero a la entrega de bolsas plásticas en todo nuestro territorio nacional. La medida tiene como norte reducir el impacto de los desechos de estas en la flora y fauna marina. Pese a que este tipo de políticas tienen un alto impacto, los tipos de desechos que llegan al fondo marino o que afectan otras áreas del medioambiental no son sólo bolsas.
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¿Cuál debiese ser el siguiente paso? A nivel mundial, Alemania ha destacado en el último tiempo por sus políticas en materia medio ambiental y de reciclaje. Energía sustentable, medidas de fomento e impuestos son parte de las acciones que han impulsado en el último tiempo.
Bolsas, se cobran en todos los mercados
Si bien en el país europeo las bolsas no están prohibidas, si están reguladas: se implementó un “acuerdo voluntario” con los comercios minoristas, donde en vez de regalar las bolsas, las venden. Actualmente una bolsa de plástico cuesta entre 10 y 20 centavos de euro.
Y esa misma lógica la aplicaron para otros envases que también terminaban en el fondo marino, como las botellas. Alemania es uno de los 40 países en los que se aplica un sistema de retorno de envases incentivado.
Botellas y otros envases
Allí, el debate sobre la conveniencia de su puesta en marcha cobró especial fuerza a mediados de los años 90, cuando el uso de los envases reutilizables, sobre todo de vidrio, comenzó a desplomarse. Así, el llamado sistema Pfand (depósito en alemán) finalmente se puso en marcha en el año 2003.
Hoy, 15 años después, sigue implantado y funcionando. Con este sistema, cada una de ellas tiene un valor económico.
El funcionamiento del Pfand es sencillo. Los supermercados o comercios en los que se venden bebidas aplican un cobro de entre 8 y 15 céntimos de Euro en los envases reutilizables y de 25 céntimos en el caso de los de un solo uso.
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El valor está especificado en la etiqueta del producto y el consumidor tiene la opción de recuperarlo una vez que devuelve los envases. ¿Cómo? Depositándolos en las máquinas que hay instaladas en los supermercados e hipermercados o bien devolviéndolos en cualquier comercio que los vendan. ¡Y recuperas el dinero!
Reciclando los de «un solo uso»
Los envases reutilizables quedan separados en los puntos de venta y las propias empresas de bebidas y otros, cuando dejan sus productos, se los llevan para rellenarlos.
Por otra parte, la entidad gestora del sistema se encarga de recoger los envases de un solo uso también, para ser transformados en materia prima. Las trasladan a puntos de cuenteo, donde se separan vidrio, latas y plástico para su compactado y posterior reciclado, de alta calidad.
Otras medidas
Alemania recicla el 66,1% del total de toneladas de residuos municipales que genera. El dato aparece en el último informe que publica la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). El porcentaje incluye no solo el reciclaje directo de materiales, sino también el compostaje y la digestión anaeróbica de la fracción orgánica de los residuos.
¿Qué medida ha sido clave en este proceso? Su esquema del «Punto Verde» (Der Grüne Punkt) disuade a los minoristas de usar una gran cantidad de plástico, cobrando un impuesto más alto sobre los envases que contiene demasiada cantidad de este producto.
Su sistema de recogida de basura es uno de los mejores del mundo, con una variedad de contenedores diferenciados por códigos de colores suministrados a los hogares para que puedan deshacerse de su basura de una manera respetuosa con el Medio Ambiente. Esto no sólo fomenta el reciclaje y la realización de compost en cada hogar alemán, sino que también impulsa a las empresas a buscar soluciones sustentables en materia de empaque de productos.