Un desajuste de interpretaciones. Así califica el Ministerio de Obras Públicas (MOP) al problema que existe en el Nudo Kennedy, obra que fue entregada en octubre del año pasado y que tendría que sufrir modificaciones en su estructura, según indican OHL y Sacyr. El pronóstico de estas dos compañías, encargadas de la construcción de Américo Vespucio Oriente I (AVO I), nació cuando analizaron cómo conectar ambas obras en un plan integral de vías.
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Según ellas, existe una «incompatibilidad» entre los dos proyectos por una cuestión bien particular: los pilotes con los que se construyó las salidas de Kennedy y Américo Vespucio del plan Santiago Centro Oriente -al cual pertenece el citado nudo- son más cortos y ante este escenario, incluso sugirieron la posibilidad de reconstruir esa obra, una que tardó tres años en quedar lista y donde se invirtieron US$148 millones provenientes de privados y del Gobierno.
Analizarán la situación
Consultado sobre esta posibilidad, el coordinador de Concesiones del Mop, Hugo Vera, explicó a Publimetro que el desajuste es un «supuesto» y que «nos encontramos analizando los antecedentes».
«Tenemos plazo hasta fines de junio para presentar nuestras observaciones ante el panel, ente técnico encargado de buscar solución a las discrepancias que puedan generarse en los distintos proyectos concesionados», reiteró Vera.
Aclara que «esto lo planteó la sociedad concesionaria y nosotros creemos que sí hay métodos para resolver lo que no va de la mano con hacer una modificación del proyecto».
Ello pues, a su juicio, la obra es de una magnitud tal que existía la posibilidad de interferencias con obras existentes «ya sean de mucha antigüedad o de reciente construcción. Nosotros creemos que son ajustes menores que hay que implementar y que con una adecuada metodología constructiva puede ser solucionado».
Visión de especialistas
Para Macarena Gaete, arquitecta y académica del Laboratorio Ciudad & Movilidad UC, este desajuste es totalmente comparable con lo ocurrido en el puente Cau Cau de Valdivia. «Podría compararse con el lamentablemente afamado caso del Puente Cau Cau en el sur, ya que por falta de fiscalización, la obra era incompatible con el funcionamiento del proyecto. En este caso sucede algo similar, aunque entre dos proyectos totalmente consecutivos».
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«Intuyo responsabilidades compartidas entre la constructora y el MOP, sin embargo es este organismo quién, en manos de sus empleados, fiscalizadores de obra, debieron haber alertado si hubo incoherencias entre el proyecto y su ejecución final. Una lástima, pero por el mal desempeño ministerial pagamos todos, siempre», critica Gaete.
Algo similar indica su colega Rodrigo Martin, investigador del Smart City Lab de la Universidad de Santiago. Para él, si hubiese que reconstruir de nuevo «sería catastrófico, un nuevo error de ingeniería gigantesco. Espero que eso no pase y que se tenga que llevar a cabo una modificación de refuerzo o más bien mínima», precisa.
Ante las críticas, Vera reiteró que el Panel Técnico será el organismo encargado de encontrar una solución y afirmó que en ningún caso esperan retrasar la obra de AVO I.
«No creemos que produzca un atraso significativo en el desarrollo de la obra, porque, además, esto se trata de un porcentaje muy menor de la obra, algo cercano al 1%», sentenció.