Tomar fotografías de las faldas de las mujeres en público sin su consentimiento se convertirá en una ofensa criminal específicamente en Inglaterra y Gales, castigada con hasta dos años de cárcel.
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En los casos más graves, los culpables de «upskirting» pueden ser incluidos en el registro de delincuentes sexuales. La ofensa actualmente se procesa bajo leyes más amplias existentes.
El gobierno de Theresa May anunció su apoyo a esta propuesta de ley presentada por la diputada liberal-demócrata Wera Hobhouse y que cuenta con apoyo de gran parte del Parlamento, lo que asegura, salvo sorpresa, un recorrido legislativo exitoso.
La joven de 26 años Gina Martin es la responsable de que esta práctica vaya a considerarse un delito sancionable en la legislación, después de iniciar una campaña el pasado año.
Martin sufrió un episodio de estas características en verano de 2017 cuando se encontraba en una festival de música en el londinense parque de Hyde Park.
La secretaria de Estado de Justicia, Lucy Frazer, dijo, al anunciar su apoyo a esta ley contra el «upskirting», que «esta conducta es una invasión odiosa de la privacidad que deja en las víctimas un sentimiento de degradación».
«Al convertirla en un delito específico, enviamos un mensaje claro de que no toleraremos esta conducta y quienes la perpetren serán castigados adecuadamente», añadió.