Son múltiples las razones por las cuales las personas deciden arriesgarse a la dura tarea de concretar una idea y lanzarse a emprende, una necesidad detectada, una idea innovadora, pero algo especial debe ser partir desde algo tan persona como la salud de un hijo.
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Así partió la historia de Daniela Cartes, creadora de BabyCu, la ropa para guaguas que entre sus componentes está el cobre, conocido por su propiedades más allá de las eléctricas, además del zinc.
“Mi hijo Jonás nació con problemas de alergia respiratoria y dérmica, lo que nos llevó a un paseo constante entre distintos especialistas y centros asistenciales. De esa experiencia me inspiré a buscar en el cobre una solución natural para la prevención de enfermedades y alergias, porque me acerqué al material estudiando Diseño Industrial”, cuenta esta emprendedora.
Claro que el proceso, como suele suceder al levantar una pyme, no fue fácil. Afirma que fueron varios años de desarrollo y probar para llegar a un producto textil efectivo.
En ese andar, se acercó a Codelco cuando la empresa realizó un piloto de prueba en el Hospital del Cobre en Calama. “Yo quería que pudiesen incluir mis prototipos de una vajilla antimicrobiana, para pacientes pediátricos hospitalizados que utilizaba el cobre como principal materialidad. Pero no logramos hacerlo, era mi proyecto de titulación y teníamos tiempos distintos”, expresa Cartes.
Sin embargo, habría otra oportunidad cuando en 2016 postuló al Concurso Mineralizare, ganando la convocatoria de crecimiento.
Abandonar y volver a empezar
Emprender no es un camino de rosas y Cartes lo sabe bien. Al principio del proyecto tuvo una socia, pero eso no funcionó. “La verdad es que no es fácil tener socios”, resalta.
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Dice que la idea “es poder compatibilizar las visiones sobre lo que estás desarrollando”. Cuenta que esa sociedad duró un par de meses si dar mayores detalles, insiste en que “para emprender hay que ser perseverante y automotivado, levantarse de muchos malos momentos, tener la fortaleza de seguir aunque las puertas se cierren y eso no es algo que se estudie o se pueda transmitir, son condiciones de las personas. Algunas pueden y otras no”.
“Para emprender hay que ser perseverante y automotivado, levantarse de muchos malos momentos, tener la fortaleza de seguir aunque las puertas se cierren y eso no es algo que se estudie o se pueda transmitir, son condiciones de las personas. Algunas pueden y otras no”
En algún momento decidió abandonar. “Es que a veces el tema económico es crítico, además de tener la presión social que sólo debes tener éxito, que debes generar dinero y fuentes de trabajo desde que partes”, sostiene la profesional, quien añade que gracias al apoyo de mi familia logró superar esa etapa. De hecho fue su segundo la que la volvió a conectar con la motivación del inicio.
León ingresó de urgencia a una clínica y, luego de unos exámenes, fue trasladado al Hospital Regional de Concepción, de donde eres oriunda. “Me volví a enfrentar a la realidad que me motivaba, a los largos pasillos llenos de madres, padres y familiares que sufren por que sus pequeños están enfermos y lejos de casa”, cuenta.
Estuvo cinco días con el niño en una sala donde había pequeños con distintas patologías, desde virales a leucemia. Dice que fue en ese contexto cuando “pensé en lo egoísta que era tener en mi taller textiles y prendas que podían ayudar a prevenir enfermedades en niños con riesgo mayor, y decidí dar la pelea, levantar mi empresa nuevamente” .
Ahí nació también el cambio de nombre de su emprendimiento al actual BabyCu, “para enfocarme sólo a pequeños, y poder desde mi experiencia de diseño y maternidad, realizar prendas que los pudiesen acompañar”, explica.
En la actualidad, esta pyme está en pleno crecimiento. La ropa que ofrecen ahora también se puede encontrar en dos colores y recién partieron la venta por internet con despacho a todo Chile. También están en la búsqueda de nuevos puntos de ventas en distintas regiones, aumentando las tallas y diseñando nuevos productos.
Pero no se queda ahí. “Además, estamos haciendo estudios para el tratamiento de pacientes pediátricos quemados, y su recuperación con las cualidades de nuestras prendas en un hospital de nuestra región, y así acercarnos a casos más complejos, siendo testigos del alivio con las cualidades del cobre y el zinc”, puntualiza.