- Presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech)
En nuestra sociedad, por largo tiempo, hemos valorado la inteligencia intelectual como la mayor fuente de capacidad. De hecho, medimos esto con la PSU, las distintas pruebas en los colegios y para entrar a una universidad.
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Se cree que el 10% de la población es intelectualmente superior y por lo tanto, es ese porcentaje de personas las que podrán acceder a las mejores universidades, junto con tener un futuro de éxitos laborales. Es decir, ¿el 90% restante no tiene un don? Hoy por fin entendemos cada vez más que hay variados tipos de inteligencia y que muchos de ellos son tan o más valorados en el futuro que la inteligencia intelectual.
En estos tiempos de cambio social donde cada vez nuestra forma de hacer sociedad está menos estandarizada, el sentir sanamente y reconocer nuestras emociones nos hace empatizar con las diferencias de otros, acogerlas y darles valor. La inteligencia emocional nos permite conectarnos y empatizar. Hoy todo es conexiones y relaciones personales. Estamos en una era de sensaciones (no razones), por lo cual ésta es una herramienta vital para conectarse.
La inteligencia emocional nos permite conectarnos y empatizar. Hoy todo es conexiones y relaciones personales. Estamos en una era de sensaciones (no razones), por lo cual ésta es una herramienta vital para conectarse
La inteligencia amor, como dice Jack Ma, fundador de Alibaba, es la inteligencia que más se necesita para que las empresas triunfen. Esto debido a que hoy deben ser apasionadas, con el objetivo de ser buenas para el mundo, las personas y sus colaboradores. Amar lo que se hacen es probablemente la clave del éxito para muchas organizaciones en la actualidad.
Además, hoy nos encontramos en una era donde todo lo que se puede estandarizar puede ser suplido por un computador. Por lo que «pensar distinto», creativamente, fuera de la caja, será lo más requerido para poder generar innovación y buscar la nueva manera de hacer las cosas.
El emprendimiento es precisamente esa herramienta que acoge a quién piensa diferente y no sólo eso, también considera un enorme valor el que efectivamente se vean las cosas de distinta forma. Es un clan que agrupa a quienes sienten que con sus talentos pueden cambiar el mundo y su realidad.
Llegó la hora de apostar por la inteligencia emocional, el amor y la creatividad. Pero valorarlos de verdad. Es esto lo que deberíamos medir para abrir oportunidades, debemos darles un lugar relevante en la sociedad que vivimos hoy, entender que será muy importante para los cambios que vienen y resignificar a las personas sensibles, que piensan diferente, que logran vivir en amor en lo que hacen y con las personas.