La indignación ante la ley de «tolerancia cero» del gobierno de Donald Trump sigue creciendo cada vez que se conocen nuevos detalles de la situación por la que tienen que pasar los niños inmigrantes en la frontera.
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Un grupo de congresistas visitó un centro de retención de migrantes en McAllen, Texas, donde cientos de niños están confinados en celdas circunscritas con cercas metálicas. En una celda había 20 jóvenes.
Más de mil personas estaban dentro de la instalación enorme y penumbrosa, dividida en sectores para adultos, niños sin acompañantes, y madres y padres con sus hijos.
Repudio
A las críticas de la primera dama Melania Trump, las ex primaras damas Bárbara Bush y Michelle Obama, algunos repúblicanos, decenas de demócratas, iglesis y el secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres, se sumó México.
El canciller Luis Videgaray informó en un mensaje a la prensa que el gobierno mexicano ya envió una nota diplomática con sus reclamos. “No podemos ser indiferentes ante un hecho que claramente representa una violación a los derechos humanos y que pone en situación de vulnerabilidad a niños menores”, señaló.