El intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, realizó una visita al Paso Internacional Cardonal Samoré para conocer en terreno la situación actual del sector aledaño al monitorear, tras la Alerta Temprana Preventiva decretada por la Onemi.
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La autoridad estuvo acompañada por el gobernador de la Provincia de Osorno, Daniel Lilayú; el director regional de Onemi, Alejandro Vergés, y el jefe de la oficina técnica de Sernageomin de Puerto Varas, Paul Duhart.
El jefe regional llegó hasta la comuna de Puyehue tras encabezar el Comité de Operaciones de Emergencia provincial en Osorno, debido a la declaración de la Alerta Temprana Preventiva para las comunas de Futrono, Río Bueno y Lago Ranco, en Los Ríos, y para Puyehue en la Región de Los Lagos. Ello, ante el hecho de que la última erupción del Complejo Volcánico Puyehue-Cordón Caulle fue en 2011.
“Debemos acostumbrarnos a vivir en una zona y una región que tiene 9 volcanes que están siendo monitoreados permanentemente y por tanto, tenemos datos básicos para establecer diferencias cuando un volcán tiene un comportamiento diferente que debería preocuparnos. Y esto es lo que está haciendo Sernageomin», indicó.
«A nosotros nos corresponde junto a la Onemi y las autoridades provinciales y regionales no alertar, sino que decirle a la ciudadanía: preocúpense porque algo está ocurriendo en nuestra cordillera y debemos mirarla con respeto», enfatizó.
Jürgensen agregó que “nuestra responsabilidad principal es la protección de la ciudadanía. Y frente a cualquier situación, tenemos que preocuparnos y comunicarnos. También nos corresponde tomar contacto con Bariloche, con nuestro cónsul allá y la contraparte de la Onemi, para que también nuestros vecinos se informen de lo que nosotros pensamos y los datos del monitoreo de nuestra cordillera, porque también les afecta mucho a ellos”.
Por su parte, Paul Duhart sostuvo que “Sernageomin vigila permanentemente los nueve volcanes activos de la Región”.
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El complejo volcánico Puyehue – Cordón Caulle forma parte de la cadena volcánica andina y está localizado en la zona de la falla Liquiñe-Ofqui que tiende a favorecer el desplazamiento de los magmas.
“Tenemos instalados GPS que están dando cuenta de una deformación incipiente y de un proceso de inflación de una parte del Cordón Caulle. De manera que tanto la sismicidad como la deformación nos están indicando que era necesario elevar el nivel de alerta, justamente para tomar las medidas en caso de que esto siga evolucionando hacia una eventual erupción volcánica”, indicó Duhart.
