En 2015 una mujer de 40 años de edad perdió a su bebé debido al tiempo que se demoró una clínica en Ibiza en practicar una cesárea. Hoy, tres años más tarde ganó el juicio y recibirá 124.621 euros (un poco más de 92 mil millones de pesos chilenos).
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La asociación «El Defensor del Paciente», quienes llevaron adelante la demanda, informaron que la monitorizacion del embarazo advirtió que el no nato estaba en riesgo desde las 3:34 horas, pero la ginecóloga no llegó hasta las 4:00 horas y la cesárea urgente no se practicó hasta las 4:37 horas, recoge 20 minutos.
Luego de diversos exámenes tanto al ph venoso extraído del cordón como directa mente del cuerpo de la bebé, los que no encajaban, el tribunal madrileño llegó a la conclusión de que los datos no descartan «el sufrimiento fetal y la hipoxia sufrida por la niña», es decir, no se descarta que la menor se asfixió durante el parto.
Unos 27 minutos de retraso fueron claves en la indicacion de la cesárea y que esta se prolongó en un tiempo excesivo puesto que según los protocolos no debe superar los 30 minutos, consideró el Tribunal.
La aseguradora involucrada está obligada a indemnizar con 124.621 euros a la mujer por el fallecimiento de su bebé provocado por la tardanza en practicar la cesárea.