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El día que Harry renunció a una importante parte de la herencia de la princesa Diana

Sin duda la princesa Diana sigue viva a través de sus hijos William y Harry

Harry tenía solo 12 años cuando su madre murió en un accidente automovilístico en París hace 21 años. Dos décadas después, para el duque de Sussex (el eterno príncipe Harry) sigue sigue siendo uno de los episodios más dramáticos que lo ha formado  en la vida.

En un documental para conmemorar el décimo aniversario de la organización benéfica, Sentebale, que él estableció en la memoria de Diana, dijo: «Realmente nunca me ocupé de lo que había sucedido.

Por suerte, Harry cuenta con el apoyo y compañía de su hermano William, pues desde que nacieron, se les ha visto completamente unidos. Su vínculo quizá se fortaleció a raíz de la muerte de su madre en aquel terrible accidente en París.

Pero aún con el paso del tiempo, el recuerdo de Diana sigue vivo y hoy sigue revelándose detalles de su vida que pocos conocían y que involucran a sus hijos.

Y es que cuando cuando William iba proponerle matrimonio a su entonces novia, Kate Middleton, Harry hizo un conmovedor sacrificio. 

Había atesorado el objeto por muchos años, pero no le importó cedérselo a William.

Y tras algunos años, un nuevo detalle sobre esta relación sale a la luz: el conmovedor sacrificio que hizo Harry cuando William debía proponerle matrimonio a su novia de ese entonces, Kate Middleton.

Luego de que los hermanos perdieran a su madre en 1997, ambos eligieron una de las pertenencias de la princesa en el Palacio de Kensington para conservarlo y así recordarla durante toda la vida.

William optó por por un reloj Cartier y Harry eligió su anillo de compromiso de zafiro y diamantes.

Cuando Harry vio a su hermano tan enamorado y dispuesto a contraer matrimonio con Kate, decidió renunciar a la herencia de su madre para que este se lo entregara a su novia. Sin duda, un gesto que William agradeció a su hermano por el significado que tenía.

Apenas el año pasado Harry le propuso matrimonio a Meghan y surgió la interrogante sobre qué anillo le daría si ya no tenía el de su madre. El príncipe optó por un anillo de oro amarillo con una piedra proveniente de Botsuana, su lugar favorito. El anillo tenía incrustado dos diamantes de la colección de la princesa Diana, como una bella forma de honrarla, junto a su amor por Meghan.

 

 

 

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