Valentino Ladislao tenía dos años cuando su hermana rompió una ventana y uno de los vidrios se le incrustó en el corazón. El accidente dejó como secuela una parálisis cerebral, obligándolo a permanecer toda su vida conectado al suministro eléctrico.
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El pequeño falleció el pasado lunes a sus ocho años, ante la falta de energía que aquejaba a su hogar ubicado en el barrio Centenario, en un municipio de Buenos Aires.
“Ese día llamé muchas veces a Edesur para informarles que yo tenía un nene electrodependiente y la respuesta de ellos fue que yo tenía una deuda y que no me podían decir cuándo iba a venir la luz. Me vino 60 mil pesos (cerca de un millón y medio de pesos chilenos) que no los pude pagar. No puedo pagar esa cantidad de plata”, relató Mariana Medina, su madre, en conversación con un medio transandino.
Aquel día su hogar permaneció sin luz desde las 7 de la mañana y pese a los esfuerzos, la respuesta de la empresa fue un “no” rotundo. “Pase, hablé con ellos (trabajadores de Edesur) y les dije que tenía un nene electrodependiente y me decían que había que esperar hasta que volviera la luz y que eso eran horas y horas”, relató la mujer.
«No era la primera vez que nos cortaban la luz por muchas horas. En las otras ocasiones, Valentino había aguantado. Esta vez, no lo logró», contó su madre, quién no quiso llevarlo al hospital de inmediato ya que, según afirma, sabía que había un brote de bronquiolitis y no quería exponer a su hijo.
“Los médicos siempre me decían que había que llevarlo sólo en situaciones extremas para evitar las infecciones intrahospitalarias. Tenía un tubo de oxígeno, que no es lo mismo que el concentrador, pero me imaginé que con eso iba a superar las horas sin luz”, agregó.
Quien también prestó su declaración fue la tía del niño: “Cuando mi hermana volvió a su casa siguió tratando de reanimar a Valentino de forma manual hasta que tuvo que salir corriendo y no llegó al hospital Evita de Lanús. Valentino llegó sin vida a causa de un «por un paro cardiorrespiratorio». Esto pasó a las 9 de la noche y a las 10 volvió la luz”, comentó al sitio web El Intransigente.
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Desde 2017 que Argentina cuenta con una ley que establece la gratuidad del servicio eléctrico para casos que la requieran por motivos de salud. Pese a ello y a los reclamos de Medina, la familia afirma que la empresa insistió en que restaurarían el servicio cuando se pagara la deuda vigente.
La versión de Edesur
Luego de que el caso trascendiera, la empresa dio su versión de los hechos, asegurando que «la familia no estaba registrada en la nómina de clientes que necesitan equipos de electromedicina» y que el corte fue programado por obras en el lugar.
Desde la Asociación Argentina de Electrodependientes fueron categóricos con lo que pasó: “(Era) Una madre que no sabía nada de la Ley, que no lo registró a su hijo ante el Ministerio de Salud de la Nación y, por otro lado, Edesur que, al no tenerlo identificado, no le envió un grupo electrógeno ni le brindó la prioridad de atención, pese a las incesantes advertencias telefónicas de Mariana, mamá de Valentino, alertando sobre la situación”.
Desde la asociación sentenciaron: “Aún esperamos desde la empresa distribuidora de energía eléctrica un comunicado, una explicación o un pedido de disculpas a la familia de Valentino por su inacción. También esperamos el resultado final de la autopsia para saber en concreto lo que sucedió, lo que muy prpbablemente confirme nuestras sospechas, sin dejar de ser cautos, prudentes, con la seriedad que el caso amerita”.
