Eran las 03:30 am de este lunes y Héctor Palma, el sargento de Gendarmería acusado de no intervenir a tiempo en el caso de las torturas a los ecuatorianos investigados por su presunta participación en el crimen de Margarita Ancacoy simplemente no podía dormir. Así al menos lo manifestó en una carta escrita a mano y que se dio a conocer ayer, luego que se filtrara desde la Escuela de Gendarmería, donde permanece recluido desde el jueves.
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Pese a que en el recinto no existe ningún otro detenido, el sargento Palma está cumpliendo un régimen presidario tal como lo solicitó el 14º Juzgado de Garantía Santiago el día en que la magistrado Cecilia Toncio advirtió de irregularidades de parte de Gendarmería mientras Jonathan Chávez Quinchiguango (21) y Cristián Romero Morales (20) recibían golpes eléctricos, de puño y pie. Todo esto detonó que los gendarmes tomaran la decisión de movilizarse.
Según sus compañeros, la principal preocupación de Palma es la posibilidad de ir a la cárcel tras la investigación por torturas. «Nos castigan por actuar y por no actuar», indicó a Publimetro Felipe Rodríguez González, dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup).
«Él está con estrés, como cualquier persona que esté atravesando a situación que le está pasando a él: él está en prisión preventiva, no está de paseo en la escuela», señala el dirigente.
Agrega que «tiene el mismo régimen carcelario que cualquier otro interno: la única diferencia es que él está en un recinto de Gendarmería. No tiene acceso celular, tiene régimen de visitas, está en custodia».
Aún así Rodríguez agradece al abogado Carlos Sánchez por evitar que la prisión preventiva se diera en un recinto penal y que, a cambio, tuviera que cumplir la prisión en ese centro de Gendarmería.
¿Qué le pasa a un gendarme en la cárcel?
El agradecimiento se da porque otra hubiese sido la situación en caso que la cautelar se cumpliera en otro recinto penal. Así al menos lo advierte Khristian Briones, quien pasó más de 10 años tras las rejas y que hoy, tras rehabilitarse, preside la Fundación Dimas.
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«Hay amenazas, sí, pero en un caso como ese, Gendarmería lo cuidaría como hueso santo, entonces las posibilidades de agresión como a los ecuatorianos es mínima. Si llegan a tocarlo, es posible que los gendarmes castiguen a todos los demás», aclara a Publimetro.
También señala que las cárceles hay recintos especiales para uniformados o gendarmes. Todo para evitar golpizas.
Cruda carta
Cabe mencionar que este martes se conoció una cruda carta escrita de puño y letra de Palma.
«Son las 03:30 am y no puedo dormir ya que estoy meditando situaciones que están pasando… Les quiero pedir que no guarden rencor por nadie, aunque todos sabemos que esto que está sucediendo es ‘todo un montaje’ a mi persona», acusó en esa misiva el mismo Palma.
También criticó su proceso de formalización y se quejó pues, a su juicio, «en vez que me den una ‘medalla’ por salvarle la vida a dos internos, estoy privado de libertad».