Este lunes buzos británicos encontraron con vida a los doce niños y su entrenador de fútbol que estaban atrapados dentro de una cueva parcialmente inundada en el norte de Tailandia, más de una semana después de que se extraviaran.
PUBLICIDAD
Uno de los 33 mineros que permanecieron atrapados 69 días en el fondo de una mina, recomendó el martes a los menores y el entrenador que se ayuden mutuamente, en especial a los más débiles, y que se mentalicen en que serán rescatados.
El minero chileno Omar Reygadas señaló a The Associated Press que la situación de los niños “me parece que es algo terrible para ellos, son pequeños, pero yo creo que muchachos con mucha fuerza van a lograr estar enteros para cuando les toque la salida”.
“Todo depende de la persona que está con ellos, que es el entrenador. Si es una persona motivadora, creo que los va a motivar para que se mantengan en buen estado y con fuerza para salir y esperar el momento de ser rescatados”, expuso.
Destacó que aunque es difícil mandarles un consejo, les diría que se mantengan firmes, que se mentalicen en su rescate y “que piensen solamente en que van a salir a encontrarse con sus familias”.
Además, dijo a los niños que “no tengan vergüenza de sentirse asustados porque nosotros también estuvimos asustados, también nos corrieron nuestras lágrimas. Siendo hombres adultos, lloramos”.
Los 33
Reygadas y 32 compañeros permanecieron encerrados en el fondo de una mina en el desierto de Copiapó, 800 kilómetros al norte de Santiago, a casi 700 metros bajo tierra.
La mina San José, en el interior del desierto de Atacama, se derrumbó el 5 de agosto de 2010 y los mineros lograron ser rescatados a mediados de octubre en el interior de una cápsula especialmente construida para ellos que subió verticalmente por un estrecho túnel que los devolvió a sus familias.