A quién no le ha pasado que cuando sufre de alguna enfermedad y tiene que comprar un remedio, finalmente le termina sobrando porque por prescripción médica, no tiene que consumir la caja completa de pastillas.
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Fue en 2014, cuando el Congreso aprobó la Ley de Fármacos I, que dio pie para que las farmacias pudiesen hacer venta de medicamentos fraccionados, aunque eso en la práctica no está ocurriendo, salvo en las farmacias populares y la entrega de remedios en consultorios.En tanto, en mayo pasado, el Presidente Piñera anunció indicaciones al actual proyecto que se discute en el Parlamento para establecer este mecanismo.
El costo que significaría para cada farmacia tener la infraestructura y los profesionales adecuados para la división de las dosis de los remedios se ha planteado como impedimiento para que esto se concrete, porque esto, contrario a lo que se busca, encarecería el valor de los medicamentos.
Sin embargo, esto ya está comenzando a ocurrir y de la mano de unos emprendedores, uno de ellos el mismo que está detrás de AlGramo. Esta vez se trata de “Fracción”.
José Manuel Moller, fundador de ambas iniciativas, cuenta que Fracción nació cuando su socio en esta tarea, Javier Vega, luego de trabajar en el retail y en un laboratorio, se le acerca para para aprovechar esa experiencia y la de Algramo para plantear algo similar con los medicamentos.
¿Cómo opera? A diferencia de lo que se mencionaba anteriormente sobre los costos que implicaba levantar una estructura para dividir las dosis, esta iniciativa lo hace de manera centralizada y trabajando solo con locales farmacéuticos fuera de las grandes cadenas.
“Para resolver este problema debimos innovar y así nace la idea de generar una red de farmacias independientes que ofrecieran el servicio de fraccionamiento sin tener que hacer la inversión en su propio local”, explica Moller. Para ello, operan con una autorizada por el ISP para hacer todo el proceso.
El proyecto comenzó hace un mes con 12 farmacias, las que “están felices porque es una alternativa concreta para competir con las farmacias grandes”, afirma.
Solo con receta
Por ahora no todos pueden ser usuarios de este modelo. Es decir, no es llegar y comprar dos aspirinas si lo necesita. “Nosotros vendemos medicamentos crónicos con receta”, aclara Moller.
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Trabajan directamente con nueve laboratorios, de los cuales reciben los medicamentos sin las cajas, lo que hace más fácil hacer la fracción para establecer las dosis de cada usuario.
Para comprar solo debe presentar la receta por una única vez en una de las farmacias independientes adscritas al sistema -se puede revisar esa información en fraccion.cl– para hacer el pedido con un mínimo de $1.500 y en 24 horas puede ir a buscar su remedio. Por ahora tienen un cierto stock de productos, pero añadirán otro tipo de medicamentos “en la medida que la gente vaya pidiendo”, sostiene.
En cuanto a los precios, Moller señala que “nos hemos comparado con la mejor oferta de las grandes farmacias y somos entre 20 y 25% más baratos”.
En esta iniciativa ya son 28 las farmacias que están participando y para fin de año llegar a 100, solo en la Región Metropolitana. A partir de 2019 esperan ampliarse en primer término a la Región de Valparaíso.
Al consultarle por las grandes farmacias, Moller afirma que no están interesados en trabajar con ellos. Caso contrario es el de las populares, con las que “comulgamos con el espíritu solo que nosotros lo hacemos desde lo privado. Estamos dispuestos a hablar con ellos, porque cumplen un rol importante”, apunta.
