Aunque sus equipos ya han sido eliminados del torneo, los seguidores de Japón y Senegal serán recordados durante mucho tiempo después de que termine la Copa Mundial. Sorprendieron al mundo no sólo con sus extraordinarios trajes y espíritu, sino también gracias a la actitud tras los encuentros de sus selecciones nacionales, cuando decidían limpiar las gradas.
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Los aficionados al fútbol del país de África Occidental demostraron una extraordinaria ética de trabajo tras el partido, al recoger la basura sobrante debajo de los asientos de las gradas. Las imágenes de sus acciones ganaron más de 5 millones de visitas en Twitter.
Y los aficionados senegaleses no fueron los únicos que hicieron el trabajo de limpieza, sino también los seguidores japoneses, que se quedaron a limpiar la sede de la Copa Mundial, incluso después de un partido desgarrador contra Bélgica, que eliminó a su equipo del torneo.
El equipo Samurai Blue también limpió su camerino después del encuentro, e incluso dejó una nota de agradecimiento en ruso, cuya fotografía fue tuiteada por la Coordinadora General de la FIFA, Priscilla Janssens, quien calificó al equipo japonés de «ejemplo para todos los equipos» y «un privilegio trabajar con él».
El comportamiento de las selecciones y los aficionados de ambos países también se ganó el corazón de otros aficionados que acudieron a la Copa Mundial de la FIFA en Rusia. Por ejemplo, los hinchas de las selecciones nacionales de México y Colombia empezarona pedir una acción y a seguir el ejemplo de los japoneses y senegaleses.
«Ellos inspiraron a los fanáticos de nuestro equipo a hacer lo mismo», dijo a Metro Álvaro Díaz, diseñador colombiano de 45 años «¡Y trajimos bolsas azules al lugar y limpiamos todo después del partido contra Polonia!»
«Estamos sacando unos 250-300 m3 de basura después de cada partido. No es difícil, estamos bien preparados para eventos tan grandes.»
dijo a Metro Aleksey Malakhovskiy, jefe del comité organizador de la Copa del Mundo en Rusia, que se dedicó a la eliminación de basura.
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VOX POP
«Mi respeto por los aficionados y los equipos, que limpiaron por sí mismos. Esta cultura es impresionante, no creo que la gente de Francia haría algo así».
Martin Louvet, estudiante de 22 años de Francia
«Recoger basura después de los partidos es una gran acción. Da una buena imagen del país a otras naciones presentes en el torneo».
Álvaro Díaz, diseñador colombiano de 45 años
«Estamos tan atrapados en el momento y no pensamos en la gente que tendrá que limpiar después de nosotros. Y ese tipo de mentalidad no es buena para el medio ambiente. Todos podemos aprenderle algo a esos fans».
Fareena Contractor, canadiense de 28 años especialista en tecnología.
ENTREVISTA
Leonel Sahori Gamez Rueda,
fan mexicano de 24 años
Tú estabas pidiendo a los aficionados mexicanos que limpiaran las gradas después de los partidos.
– Sí. Lo hice porque vi el ejemplo de los japoneses y me pareció un gesto de gran educación, algo que los mexicanos podían aprender.
¿Es para facilitar el trabajo de las personas que limpian?
– La intención no es facilitar el trabajo a las personas que limpian, es una forma de asumir la responsabilidad por nuestro medio ambiente y dejar menos residuos. Pero además, otros perderán menos tiempo recogiendo la basura.
¿Dónde lo has hecho ya?
– En el estadio Luzhniki de Moscú, después del partido de Portugal contra Marruecos. Y como no pude ir a Rostov, empecé a correr la voz para que la gente de mi país pudiera hacerlo después del encuentro entre México y Corea. Debo decir que no todo el mundo apoya la idea, pero cuando ven a otros haciéndolo la siguen.
¿Cuál fue la reacción de otros amantes del fútbol cuando te vieron recogiendo basura?
– Llamó mucho la atención. Empezaron a procesar lo que estábamos haciendo. Normalmente dejaban claro que estabas haciendo algo con una sonrisa o un poco de ayuda en su propia área.
¿Cuánta basura pudieron recoger?
– Es posible llenar una bolsa grande de basura. En kilogramos no debe superar los 3 kg, ya que casi no hay residuos pesados. La gente no deja algo fuera de lo común. En su mayoría, tiran los boletos que tenían en sus billeteras.