Donald Trump humilló a Theresa May a apenas 24 horas de llegar a Reino Unido y el país ya ha sufrido de todo: protestas, una caída de la libra, los políticos británicos se tambaleaban ante las andanadas del presidente estadounidense, destruyó las esperanzas de un acuerdo comercial bilateral inmediato y elogió a oponentes de May en una batalla por el Brexit.
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En una entrevista con el diario The Sun, Trump fustigó los planes de May para la salida británica de la Unión Europea (UE) al señalar que semejante acuerdo “probablemente matará” cualquier posibilidad de un acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y Estados Unidos. El impulso a las relaciones comerciales transatlánticas era uno de los objetivos principales de Londres en la primera visita de Trump como presidente.
Además, elogió al rival político de la primera ministra, Boris Johnson, quien renunció al gabinete debido a las diferencias sobre el Brexit. “Creo que sería un gran primer ministro”, dijo el presidente estadounidense.
También criticó la política de inmigración en Europa y declaró que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, un musulmán, no había logrado detener el terrorismo.
Más tarde el jefe de Estado salió a desmentir a The Sun y a acusarlo de difundir “fake news”, asegurando que no tiene ningún desacuerdo con Londres sobre el “Brexit” y destacando el trabajo de la primera ministra.
“Yo no critiqué a la primera ministra. Yo siento mucho respeto por la primera ministra” dijo Trump en conferencia de prensa junto a May, a quien le aseguró que “hagas lo que hagas con el Brexit está bien para mi”.
Efectos del huracán Trump
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La verdad es que el ataque de Trump podría debilitar la ya frágil situación de la primera ministra. Su gobierno conservador está profundamente dividido entre los partidarios de una ruptura total con el bloque y los que quieren mantener relaciones estrechas con el principal socio comercial de Gran Bretaña.
La libra cayó 0,6% frente al dólar después de las declaraciones de Trump y pese a todo el gobierno de May trató de poner buena cara durante una visita presidencial que ha perdido totalmente el rumbo.
“Trump dijo que el actual plan de Theresa May para el Brexit ‘probablemente matará’ cualquier posible acuerdo comercial con EEUU, una declaración que además de socavar a la primera ministra al final de una semana difícil, lógicamente provocó una fuerte caída de la esterlina”, opinó Connor Campbell, analista de la firma SpreadEx.
En Gran Bretaña, donde se acostumbra usar la cortesía formal para enmascarar las diferencias, muchos políticos expresaron su conmoción por el hecho de que el presidente de Estados Unidos pudiera ser tan grosero.
La representante del Partido Laborista para Asuntos Exteriores, Emily Thornberry, alegó que “Donald Trump debería haber escuchado a su madre”. “Asumo que su madre le dijo que cuando vas a casa de alguien no insultas al anfitrión”, agregó.
Trump lanzó su andanada justo cuando May intentaba acelerar las negociaciones de divorcio con la UE. Gran Bretaña saldrá del bloque en marzo, pero las partes no han acordado cómo será su relación en lo sucesivo.
Luego de reunirse con la primera ministra, el mandatario y su esposa Melania tomaron el té con la reina Isabel II en el castillo de Windsor.