Sebastián Izquierdo, superintendente de educación, se reunió con el Directorio Nacional del Colegio de Profesores para formar una mesa de trabajo para tratar un problema que va en alza: violencia contra profesores por parte de alumnos y apoderados. Desde 2014 la cantidad de denuncias solo ha aumentado, generando preocupación en el gremio de docentes, quienes ya habían planteado este punto a las autoridades.
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Después de la reunión, Izquierdo declaró que «cuando recibimos denuncias y estamos observando que la ciudadanía se está manifestando en ciertos aspectos, nosotros tenemos que adecuar nuestros programas de fiscalización y hacernos cargo de ello».
«Se puso de manera más contingente el tema de la agresión a docentes. Lo tenemos también planteado ante el Ministerio de Educación en la mesa de negociación, nosotros ya habíamos alertado que este es un problema en alza», contó el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar.
El docente agregó que «el superintendente se ha manifestado a favor de que conformemos esta mesa para mejorar los protocolos, para mejorar la fiscalización, para actuar más preventivamente por un lado, pero también en términos de cuando se produzcan estas situaciones de agresión, que no queden impunes».
Los dirigentes quedaron conformes tras la conversación. El presidente del gremio valoró la preocupación del superintendente, quien aseguró que para mejorar la fiscalización se tomarán en cuenta «los insumos propios de los profesores, y por lo tanto vamos a realizar una comisión con el Colegio de Profesores, y de esa manera técnicamente abordar los desafíos que hoy día la ciudadanía nos está planteando.»
Aguilar fue enfático en que no solo los profesores deben hacerse cargo del problema, sino también toda la institucionalidad del país, incluyendo al sistema judicial. Las cifras muestran que la mayor cantidad de agresiones son por parte de apoderados, lo que escapa a los reglamentos de los colegios y deben tratarse en tribunales.