Cuatro profesionales del Colegio Médico de Chile debieron ser despachados de la cárcel de Temuco la mañana de ayer. Esto porque desde Gendarmería Nacional se bajó la orden de que se les prohibiera el ingreso a los médicos, que tenían un sólo objetivo: examinar al machi Celestino Córdova y a los hermanos Pablo y Benito Trangol Galindo, quienes permanecen en huelga de hambre.
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Ante esto, Enrique Morales, presidente del Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico, denunció el actuar de Gendarmería tildando el proceso de “irregular”.
Situación irregular
“Es una situación irregular porque la última vez que estuvimos acá fue en el mes de abril y se nos permitió el acceso sin ninguna dificultad. Nos entregaron el argumento que esta era una decisión que venía de Santiago”, indicó el facultativo a Radio Cooperativa.
“Nosotros vinimos a aplicar un protocolo internacional de Derechos Humanos, que es la Declaración de Malta de la Asociación Médica Mundial sobre personas en huelga de hambre, lo que hemos hecho en reiteradas oportunidades en este mismo establecimiento y en otras cárceles y hospitales del país”, dijo Morales.
Mal diagnóstico
“La situación del machi es muy compleja. Él está muy decaído, no se puede tener en pie, está con vómitos y diarrea en este momento, lo que es muy complejo en su huelga líquida. Es absolutamente perentorio que tenga evaluaciones médicas adecuadas. También tiene una bradicardia (latidos lentos del corazón), a lo que si se le suma la perdida de electrolitos y líquidos, lo cual forma un escenario muy complejo que puede evolucionar en algo muy grave”, advirtió.