Dos meses y medio han pasado desde que una mujer denunció una violación grupal por parte de barristas de la Universidad de Chile tras un partido de cuadro laico. La denuncia provocó un rechazo transversal de organizaciones sociales y autoridades quienes catalogaron a los agresores como «La Manada Chilena», por las similitudes con el mediático caso español.
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Sin embargo, el repudio no ha podido convertirse en sanciones ya que hasta hoy no se ha podido encontrar a ninguna de los cinco barristas involucrados en el asalto y violación en las cercanías de la estación de metro Ñuble. Por su parte la Fiscalía y la Policía de Investigaciones continúan realizando las diligencias para esclarecer la situación y dar con el paradero de los responsables.
El Servicio Médica Legal confirmó que la mujer presentó lesiones que son compatibles con los ataques denunciados y la Fiscalía descartó que la agresión haya sido cometida por algún conocido o cercano de la mujer.
La fiscal Mizti Hernández lideró la reconstitución de escena de la violación ocurrida en abril, tras el partido disputado en el Estadio Nacional. Durante el recorrido, la víctima logró clarificar exactamente donde ocurrió el ataque. El procedimiento determinó que la agresión sexual ocurrió más cerca de su domicilio de lo señalado inicialmente, lo que coincide con las cámaras de seguridad. Ahora la mujer está a a la espera de una nueva pericia psicológica a la afectada.