La renuncia de Alfonso Mohor a la Fech, tras las suspensión por la denuncia de negligencia en un caso de acoso laboral mientras era presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería, provocó un remezón dentro de la organización universitaria que incluso llegó a los diputados del Frente Amplio.
PUBLICIDAD
La encargada de enrielar a la federación será Karla Toro, estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y militante de Izquierda Autónoma, que por estatutos de la Fech es la sucesora de Mohor tras quedar en segundo lugar en las elecciones que los enfrentó a ambos.
¿Cuáles son los desafíos de la Fech para lo que queda del año?
Uno de nuestros objetivos es poner dentro de los principios de la organización que sea con un horizonte feminista. Pretendemos realizar un encuentro triestamental feminista donde nuestras compañeras se puedan organizar como lo hicieron durante el año.
Queremos ser una federación que se haga cargo de los problemas que tiene, siendo muy autocríticos, pero poniéndonos a disposición para estar en terreno. A nivel nacional buscamos articularnos con la Confech, que se vio sobrepasada por el movimiento feminista, y que quedó sin un que hacer muy concreto. Esperamos que prontamente se pueda realizar una demanda por la educación pública feminista.
¿Cuál será el rol de la federación tras el acuerdo por protocolos entre estudiantes y rectoría?
Nosotros somos humildes y entendemos que fueron las movilizaciones interfacultades y su voceras quienes lograron los acuerdos. Nuestra primera gestión tiene que ser tener una reunión con las compañeras que fueron voceras y ponernos a disposición para trabajar en esta implementación y que se cumplan los acuerdos. No basta con las buenas intenciones. Nuestro rol no es solo fiscalizador, si no que es hacer que estos acuerdos se cumplan en rectoría y en todos nuestros espacios locales.
PUBLICIDAD
¿Cuál es la postura frente a la implementación del nuevo sistema de financiamiento de la educación superior?
Para nosotros el proyecto presentado no se hace cargo del problema actual que están teniendo el CAE ni del endeudamiento de los estudiantes. Consideramos positivo que se haya excluido a la banca privada, sin embargo, este proyecto consagra formas de financiamiento que el movimiento estudiantil ya ha venido rechazando hace tiempo. Por un lado consagra la noción de beca, implementada por la Nueva Mayoría, y por otra la del crédito, los estudiantes seguirán endeudados y seguirá existiendo los intereses, por lo que no es difícil que el lucro siga permiandose.
¿Sale mal parado Frente Amplio tras la polémica por la renuncia de Mohor?
El Frente Amplio no ha dado el ancho no solamente en este caso sino que en la movilización feminista, tenemos que hacernos cargo de eso. Por lo tanto, tras la decisión de mis compañeros del Movimiento Autonomista de renunciar y mantener la presidencia en el Frente Amplio, es necesario hacernos cargo y hacernos responsables de que las diferencias internas deben ser solucionadas y conducidas hacía un proyecto político feminista y que pueda orientar al movimiento estudiantil. Tenemos que aprender de los golpes y asumir nuestra responsabilidad.
¿La renuncia es el gesto que esperaban?
Para nosotros era un problema que el Frente Amplio no mantuviera la presidencia de la federación, porque no solamente estábamos quedando hacia un lado, sin haber participado de la movilización, sin haberla cerrado, si no que también renunciando a dirigir la organización social que esta en movilizaciones, que esta en movilizaciones y discusiones. Si el Frente Amplio quiere estar al calor de las luchas sociales, y ni el parlamento como en los espacios sociales no es capaz de hacerlo, es una apuesta que no queremos dar.