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Príncipe Carlos será testigo en investigación por abuso sexual infantil de un obispo

Príncipe Carlos envía carta como testigo en juicio de abuso sexual infantil contra obispo.

El heredero de la Corona Británica será protagonista de un juicio que se le sigue al ex obispo Peter Ball, por abuso sexual infantil; donde leerán una carta que el príncipe Carlos envío a las autoridades como testigo del caso abierto para determinar su relación con Ball, quien decía ser su confidente.

Según publica Daily Mail, la declaración escrita será leída en la audiencia «como parte de las investigaciones sobre Ball, quien estuvo encarcelado durante 32 meses en octubre de 2015”. El ex obispo del distrito de Lewes violó 18 jóvenes durante más de tres décadas, reporta la prensa inglesa sobre este controvertido proceso penal.

El ex obispo, de 86 años, fue liberado en febrero pasado, tras cumplir la mitad de su sentencia. La supuesta relación entre Carlos y Ball ha sido criticada por las víctimas del pedófilo, quienes han exigido en reiteradas oportunidades que se haga pública la correspondencia entre ambos.

Cartas

Clarence House, casa oficial de Carlos, informó no considera influyente el contenido de estas cartas para la investigación, “pero no se oponía a que se compartieran para su consideración”. Sin embargo, siguen sin difundirse.

Ahora un tribunal abrió una causa para determinar los manejos que la Iglesia de Inglaterra hizo de las denuncias contra la Diócesis de Chichester, donde Ball y varios otros sacerdotes pedófilos condenados una vez oficiaron.

Daily Mail informó que una fuente cree que “si hubo intentos inapropiados por parte de personas prominentes de interferir en el proceso de justicia penal después de que fue acusado por primera vez de delitos sexuales con menores”.

De hecho, publica que en “el caso de Ball la corte escuchó que un miembro de la familia real, que nunca ha sido nombrado, se encontraba entre una serie de figuras públicas que lo apoyaron cuando eludió cargos en 1993”.

La condena al ex obispo se produjo 22 años después de la primera denuncia de las víctimas, quienes contaron que entre 1977 y 1992 los obligaba a desnudarse para orar e incluso los golpeaba. Ball solo admitió la mala conducta en una oficina pública y dos cargos de asalto indecente.

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