Es cada vez más común verlos por las calles. Personas que van en moto o biciclieta con un logo distintivo y que van repartiendo comida u otro tipo de encargo.
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Se trata de los repartidores que trabajan con las cada vez más populares aplicaciones de delivery, que suman tantos adeptos y trabajadores como las de transporte como Uber o Cabify.
Este es el caso de Adriana Zambrano, venezolana que lleva un año en Chile y desde febrero que se dedica a tiempo completo a trabajar con Glovo. Cuenta que decidió sumarte a esta app “por los ingresos y porque aparte hago ejercicio”, ya que usa la bicicleta para transportarse.
Según estas empresas, la tendencia a usar estas herramientas tecnológicas para obtener ingresos es creciente. «El crecimiento ha sido enorme y exponencial, ya que cuando iniciamos operación en Chile en noviembre de 2017, comenzamos a colaborar con 50 glovers”, señala Geovani Cazares, gerente general Glovo Chile, aplicación que sólo en la Región Metropolitana ya suma más de 1.000 personas y que no solo reparte comida, sino que también otro tipo de productos.
Situación similar comentan desde Pedidos Ya, donde su managing director, Juan Martín López destaca que tienen “cientos de riders en las calles” y tiene la expectativa de “multiplicar ese numero varias veces entre este año y el próximo”.
“No tengo horario ni jefe y mientras mas independiente sea mejor”, cuenta Adriana Zambrano, una repartidora
Zambrano, quien era asistente administrativa en un colegio de su país, indica la principal ventaja de trabajar con estas aplicaciones: “no tengo horario ni jefe y mientras mas independiente sea mejor”, asevera. En su caso, ella lo hace a tiempo completo, es decir cinco días a la semana, por ocho horas diarias.
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En ese sentido, Jordi Suárez, gerente general de Uber Eats señala que “hay algunos que están constantemente conectados a la plataforma y otros que la utilizan en sus tiempos libres de estudio o trabajo para generar y/o complementar ingresos”. Esta flexibilidad de la que habla Zambrano se da porque “son ellos mismos quienes organizan sus tiempos para hacer repartos”, añade el ejecutivo, aspecto que es lo más valorado.
¿Trabajadores o colaboradores?
Cada una de estas empresas que fueron consultadas por Publimetro para esta nota, se refieren a las personas que usan estas apps no como trabajadores, sino que utilizando diferentes denominaciones: “glovers” en el caso de Glovo, “socios repartidores” en Uber Eats y “riders” en Pedidos Ya.
Al respecto Cazares es enfático en señalar que no existe una relación laboral porque “ellos son colaboradores independientes que pueden escoger las horas y días que deciden colaborar con la aplicación sin ningún compromiso laboral”.
“Estos trabajadores están en una zona gris del derecho laboral”, opina María Francisca Montenegro, académica de la Universidad Mayor
“Estos trabajadores están en una zona gris del derecho laboral”, opina María Francisca Montenegro, académica de la Escuela de Derecho de la Universidad Mayor y experta en el temas laborales.
La especialista explica que el Código del Trabajo menciona que para que una persona sea considerada como trabajadora en estos casos tiene que haber, por ejemplo, “elementos de subordinación y dependencia como horarios claros” o el pago por servicios.
En el caso de estas aplicaciones, como se mencionó antes son los propios “colaboradores” los que se fijan sus propios horarios y reciben un pago semanal, de acuerdo a la cantidad de repartos entregados.
En este aspecto, la académica estima que esta puede considerarse una “prestación de servicios anómala” y por eso “las empresas tienden a negar la condición de trabajador”.
Consultada por este tema, Zambrano dice que ella no se considera trabajadora, pero sí le gustaría contar con los beneficios acordes a ese rol. Por ejemplo dice que “no tenemos un seguro que nos proporcione la empresa” y añade que le gustaría contar con soporte de salud y previsional.
Montenegro indica que más que regular con una ley específica, lo que debería suceder es que la Dirección de Trabajo fijara “un criterio uniforme si en este caso hay una relación laboral”. Aunque, por otro lado, sostiene que si esto se comienza a judicializarse, es decir, que uno de estos colaboradores reclama que una de estas apps lo reconozca como trabajador, “los tribunales deberán pronunciarse”, lo que a su juicio puede marcar un precedente.