Los preparativos ya están en marcha para misiones que aterrizarán humanos en Marte en una década más o menos. Para ello es necesario saber cómo cultivar en Marte para que los humanos podamos vivir. Porque… ¿qué comería la gente si estas misiones eventualmente llevan a la colonización permanente del planeta rojo?
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Si los humanos logran llegar a Marte, un desafío importante para cualquier colonia sería cómo generar un suministro estable de alimentos. Los enormes costos de lanzar y reabastecer recursos de la Tierra lo convertirían en algo poco práctico.
Los seres humanos en Marte tendrían que alejarse de la dependencia total de la carga enviada y lograr un alto nivel de agricultura autosuficiente y sostenible.
El reciente descubrimiento de agua líquida en Marte, que agrega nueva información a la pregunta de si hay vida en el planeta, plantea la posibilidad de utilizar dichos recursos para ayudar a cultivar alimentos.
Al igual que en la Tierra, una granja en Marte depende de los mismos ingredientes básicos para que las plantas crezcan. Necesitas espacio, agua, tierra, algún tipo de fertilizante y una buena cantidad de luz para conseguir que brote del suelo.
Análisis del suelo marciano
En 2016, un grupo de investigación de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos cultivó con éxito 10 especies de cultivos, incluidos tomates, centeno y rábanos, utilizando una simulación de suelo marciano a la que añadieron estiércol y muestras de arena donde estaban cultivando rúcula.
Cuando se trata de establecer un ecosistema agrícola sostenible en Marte, «no se puede perder nada, incluido el material de plantas muertas que no comemos», comenta el biólogo Wieger Wamelink y líder del trabajo.
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«El gusano forma parte del pequeño ciclo existente de plantas, gusanos, bacterias, hongos, humanos y abejorros. Los gusanos mastican la materia orgánica, la mezclan con el suelo y la excretan. Las bacterias descomponen aún más la materia orgánica liberando los nutrientes para las plantas. Eso tiene que ser devuelto al suelo y los gusanos hacen exactamente eso», aclara Wamelink.
Los gusanos tienen un trabajo importante cavando madrigueras, aireando el suelo que ayuda al agua a llegar a las raíces, «lo que es importante para el crecimiento de las plantas».
Ya se están cultivando docenas de cultivos en varios experimentos con suelo marciano, incluyendo papas, tomates, porotos verdes, guisantes, zanahorias y rábanos, sin embargo, esta ha sido la primera vez que un equipo de biólogos en los Países Bajos utilizó estiércol.
Marte: similar a la Tierra pero no a la Tierra
Aunque Marte es el planeta más parecido a la Tierra de nuestros planetas vecinos, Marte y la Tierra difieren en muchos aspectos.
La gravedad en Marte es alrededor de un tercio de la de la Tierra. Marte recibe aproximadamente la mitad de la luz solar que obtenemos en la Tierra, pero niveles mucho más altos de rayos ultravioleta (UV) y cósmicos nocivos. La temperatura de la superficie de Marte es de aproximadamente -60 ° C (-76 ° F), y tiene una atmósfera fina principalmente compuesta de dióxido de carbono.
A diferencia del suelo de la Tierra, que es húmedo y rico en nutrientes y microorganismos que favorecen el crecimiento de las plantas, Marte está cubierto de regolito. Este es un material árido que contiene sustancias químicas de perclorato que son tóxicas para los humanos.
Además, a pesar del último hallazgo de un lago subsuperficial, el agua en Marte existe principalmente en forma de hielo, y la baja presión atmosférica del planeta hace que el agua líquida hierva a unos 5 ° C (41 ° F).
Las plantas en la Tierra han evolucionado durante cientos de millones de años y están adaptadas a las condiciones terrestres, pero no crecerán bien en Marte.
Adaptando plantas a Marte
Los primeros astronautas que lleguen a Marte probablemente llevarán la mayoría de sus alimentos empacados. La cosecha de frutas y verduras sería más bien algo secundario en las primeras misiones. Pero mientras más tiempo duremos en Marte, las granjas se irán haciendo más elaboradas y completas. Cada misión irá añadiendo algo en esta materia, poco a poco.
Una alternativa más racional es usar la biología sintética para desarrollar cultivos específicamente para Marte. Este formidable desafío puede abordarse y acelerarse mediante la construcción de una biocombustión de Marte enfocada en las plantas.
Tal instalación automatizada sería capaz de agilizar la ingeniería de diseños biológicos y probar su desempeño bajo condiciones marcianas simuladas.
Con una financiación adecuada y una colaboración internacional activa, una instalación tan avanzada podría mejorar muchos de los rasgos necesarios para que los cultivos prosperen en Marte en una década.