Se trató del último día de pruebas del tristemente célebre puente Cau Cau en Valdivia. Y en la cita, donde acudió el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, los ensayos para comprobar la seguridad de los brazos de la estructura para usarse provisoriamente de manera horizontal fueron exitosos. Tanto así, que la autoridad se la jugó por una fecha tentativa para que esté operativa: el 15 de agosto.
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La peor trama de ingeniería chilena que hizo ruido a nivel internacional podría tener su redención en poco más de dos semanas, aunque, de momento, solo para peatones, bicletas y vehículos livianos. Nada de maquinaria pesada.
«Hemos observado el funcionamiento de las maniobras de levante y descenso del puente. No hubo desviaciones significativas ni desalineamientos importantes y en consecuencia creemos que está funcionando bien. Pero vamos a ir paso a paso, nosotros estamos haciendo todo el trabajo para que alrededor del 15 de agosto podamos tener el puente Cau Cua en Valdivia», dijo entusiasmado el ministro Fontaine a Biobio.
Solución provisoria
Las pruebas del Cau Cau constaron de tres fases. En la primera, se trabajó para alinear los brazos y dejarlos estables de forma horizontal. Luego, se procedió a cambiar los sistemas hidráulicos que permitan alzar y bajar las plataformas del puente en menos tiempo. El resultado: subir y bajar los brazos tardan 15 minutos por cada proceso.
Finalmente, la última etapa, y la que aún no arroja las conclusiones definitivas, consta de los estudios que hizo la empresa experta en puentes basculantes, Modjesky and Masters.
«Establecimos un plazo como gobierno, lo estamos cumpliendo de una manera seria y responsable, donde estamos otorgando toda la seguridad y rigor técnico a la habilitación provisoria del puente y lo más probable es que antes del plazo establecido ya podamos hacer uso provisorio de este importante puente que le devuelve la dignidad a muchas personas», valoró por su parte el intendente de Los Ríos, César Asenjo, autoridad que también estuvo en la cita.
Antes de las declaraciones, fueron las propias autoridades que cruzaron el viaducto a pie mientras eran seguidos de cerca por funcionarios de la armada.
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Pero al optimismo gubernamental le falta un paso importante: que el Cau Cau responda para lo que se construyó, un puente basculante que permita el paso de barcazas, vehículos livianos y maquinaria pesada.
Las luces de eso recién se dilucidarán con las conclusiones del estudio hecho por Modjesky and Masters. Ahí se despejará la incertidumbre de si están las condiciones para que el puente sea reparado para replegar sus brazos o se necesita comenzar otro puente desde cero.