Un video de una brutal agresión a una joven de 22 años en París se volvió viral luego de que la mujer decidiera publicarlo en sus redes sociales porque aseguró que no puede quedarse callada ante el acoso y brutal ataque que recibió en la calle.
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Marie Laguerre relató en su página de Facebook cómo el hombre hizo ruidos, comentarios, la silbó, y también realizó movimientos sucios con la lengua, de manera humillante y provocativa.
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El hombre se enojó y le arrojó un cenicero, pero por unos centímetros, el objeto no alcanzó a Laguerre. Después de intercambiar insultos, el hombre caminó hacia ella y las cámaras del café lo grabaron golpeándola.
El hombre abandonó el lugar increpado por algunos clientes del local. Uno de ellos incluso agarró una silla e hizo la intención de golpear al agresor, pero finalmente solo intercambiaron palabras. Tanto él como ella se fueron de allí, pero Marie decidió volver a la cafetería para recoger el testimonio de los presentes para así denunciarlo. Fue ahí cuando el dueño de la cafetería le dio el video de la cámara de seguridad.
Lo que le sucedió a Marie ilustra perfectamente el fenómeno del acoso callejero que muy a menudo es difícil de probar. «Tengo mucha suerte de haber podido recuperar el video, es una buena herramienta para la lucha de las mujeres», afirma.
Pero esto no ha quedado aquí, el país se ha movilizado para dar con el agresor y se ha creado un hashtag, #BalanceTonPorc (delata a tu cerdo), para denunciar situaciones similares.
Respuesta política fuerte
L a Justicia ha abierto ya una investigación por actos de violencia y acoso. “La respuesta política debe ser fuerte y lo será”, indicó en el diario ‘Le Parisien’ la secretaria de Estado de la Igualdad entre Hombres y Mujeres, Marlène Schiappa, en referencia al proyecto de ley que sancionará el acoso a las mujeres en el espacio público con multas de hasta 3.000 euros.
Hasta ahora, las injurias o amenazas estaban penadas con hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa y la exhibición o masturbación en público con otro año y hasta 15.000 euros.
El nuevo plan gubernamental incluye multas de desde 90 a 750 euros, o 3.000 euros en caso de reincidencia, para quienes sigan a una persona que ha manifestado su rechazo o lancen silbidos, miradas insistentes, comentarios sobre el físico o la vestimenta o preguntas intrusivas indeseadas.