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La historia de Liliana del Carmen Campos Puello, más conocida como «La Madame» no sólo ha impresionado a Colombia, donde enfrenta la justicia por liderar una red de explotación sexual infantil en Cartagena, sino que en todo el continente por los sódidos detalles que han aparecido en el juicio.
En la primera jornada en los tribunales, la fiscalía reveló parte de su «trabajo» y cómo se movía en el centro histórico de Cartagena rodeada de un séquito de jovencitas en busca de turistas extranjeros.
Tras una audiencia de más de 8 horas, donde la «Madame» fue formalizada por los cargos de trata de personas, concierto para delinquir e inducción a la prostitución, se entregaron detalles de su supuesta responsabilidad en el tráfico de al menos 250 niñas.
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Red de explotación sexual
Según los informes dados a conocer por el fiscal Néstor Humberto Martínez a cargo del caso, Campos Puello, «manejaba un corredor para la explotación sexual de niñas que incluía a Playa Blanca y Cholón, en la isla de Barú; ella coordinaba paseos sexuales con mujeres y menores de edad en lujosos yates, en donde las menores eran vendidas en catálogos”.
La mujer de 42 años es señalada por la autoridades colombianas como responsable de traficar con cerca de 250 niñas, entre colombianas y venezolanas, como parte de su red de explotación sexual en calles, plaza, fiestas y hoteles.
Lujos en Facebook
La mujer hacía gala de sus lujos en su perfil de Facebook, desde hace más de una década cuando comenzó a construir su imperio de prostitución junto a un grupo de israelíes.
De acuerdo con la Fiscalía, la alianza con los extranjeros se transformó rápidamente en industria de la prostitución e incluso en los últimos años había expandido su imperio a Estados Unidos, donde enviaba a sus «jóvenes» a ejercer la prostitución en una ruta que incluía a Miami y Las Bahamas.
Sobre la forma de operar, el general Jorge Vargas director de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, dijo a los medios locales que realizaba videos para enseñarle a sus «trabajadoras» algunas prácticas sexuales.
«El video lo utilizó para para indicarles cómo se debían comportar en estas fiestas privadas, en yates y playas», dijo.
«La Madame» organizaba orgías sexuales donde cobraba a los clientes 1.040 dólares por noche, y solo pagaba a las menores unos 340 dólares.
