El vuelo AM2431 que despegó del aeropuerto de la capital de Durango con destino a Ciudad de México se desplomó en un campo cercano y las 103 personas que iban a bordo lograron salir con vida antes de que las llamas devoraran el aparato.
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Justo cuando el avión de Aeroméxico iba despegando un pasajero, Ramin Parsa (32), un pastor musulmán estadounidense, comenzó a grabar con su celular y captó todo lo sucedido durante el accidente de este martes.
«Estoy bien por la gracia de Dios. Es un milagro de Dios que estemos vivos. Le debo mi vida a Jesús. El diablo pensó que él puede quitarme la vida pero él me hizo más comprometido a Jesús», indicó Parsa a través de sus redes sociales.
El pastor musulmán contó que «estaba rezando en nombre de Jesús y de repente un aire frescovino en el avión mientras que desde el exterior estaba en llamas. De repente me encontré delante de la puerta de salida y salí. Le debo mi pequeña cuota a Jesús una vez más».
Los 103 ocupantes tuvieron apenas unos minutos para evacuar la aeronave antes de que se incendiara, todos se salvaron. Alrededor de 49 personas fueron hospitalizadas con lesiones. Algunas tenían quemaduras en un cuarto de sus cuerpos, dijo el portavoz de la secretaría de Salud de Durango, Fernando Ros. El piloto resultó herido de gravedad.