Argentina fue sacudida este miércoles por un nuevo escándalo de corrupción, por el supuesto pago de sobornos millonarios, que derivó en una docena de detenciones de ex funcionarios del gobierno de Cristina de Kirchner y empresarios, entre ellos un ex directivo vinculado al grupo de la familia del presidente Macri.
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La información surgió en primera instancia, de ocho cuadernos manuscritos en los que supuestamente el ex chofer de uno de los funcionarios dejó registro de los movimientos de dinero durante una década.
Óscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, mano derecha del ex ministro argentino Julio De Vido, es el hombre que anotó en ocho cuadernos el recorrido del pago de coimas durante el kirchnerismo. Ayer fue detenido y hoy cambió su estrategia: ahora declara como arrepentido ante la Justicia, según informaron fuentes judiciales a La Nación.
Los «cuadernos de la corrupción»
Fue la ex mujer del chófer la que destapó la caja de Pandora de una gran trama de corrupción.
Hilda Horovitz fue quien contó ante la Justicia, antes de la aparición de los cuadernos de la corrupción, cómo su ex pareja transportaba bolsos de dinero de origen ilícito durante el kirchnerismo.
Óscar Centenoy Hilda Horovitz se separaron en 2016 tras poco más de nueve años de relación. Las cosas no terminaron de la mejor manera. Hubo recelos, reproches y cuestionamientos cruzados. A fines del año pasado y en medio de una separación en muy malos términos, Horovitz se presentó espontáneamente en el juzgado de Claudio Bonadio donde reveló que su ex esposo le había contado que transportaba bolsos con dinero en autos oficiales. Según su relato, se trataba de plata negra que entregan los empresarios y que terminaban en manos de funcionarios del gobierno anterior.
Según declaró el propio Centeno ante la fiscal Silvana Russi en una denuncia por extorsión contra Horovitz, «la relación entre los dos siempre fue compleja» y «para 2015, la convivencia se volvió insostenible«. En ese expediente, Centeno sostuvo que su ex pareja lo extorsionó reclamándole dinero a cambio de callar lo que sabía sobre el dinero que transportaba en el Toyota Corolla que manejaba.
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Hilda Horovitz se presentó ante el juez federal Claudio Bonadio el 1 de noviembre de 2017 para denunciar a Centeno, tras varios años de conflicto que incluyeron “putiadas y trompadas”, según el expediente.
Aquel día tomó impulso definitivo la investigación judicial que estalló con la difusión de los cuadernos de Centeno, dados a conocer por La Nación.