Las alarmas saltaron del propio gobierno. Ayer, el ministro de Hacienda Felipe Larraín y su par de Minería Baldo Prokurica, plantearon la incertidumbre que le produce a La Moneda el hecho de que el sindicato de trabajadores de Minera Escondida concrete su intención de irse a huelga.
PUBLICIDAD
La decisión, en sí, es un hecho: la última votación de los trabajadores ratificó con un 84% de los escrutinios que el paro es su única opción. Aunque tampoco es seguro, ya que depende de que Escondida apele o no a buenos oficios, instancia que daría más plazo a las conversaciones y se pueda llegar a un acuerdo de aquí al 15 de agosto.
“Esperamos que las instancias se agoten para que se encuentre una solución negociada y se evite la huelga», señaló Larraín. Y algo muy parecido dijo el ministro Prokurica: «es necesario agotar todas las instancias con el fin de evitar una huelga tan larga como la que tuvieron el año pasado y que generó tanto daño en los ingresos de los trabajadores, de la empresa y también para el país”, apuntó.
Pero, ¿Por qué La Moneda está tan atenta a lo que ocurra?
El oro de Chile
Sabido es que el cobre es uno de los pilares de la economía. Es ese escenario, lo que genera Escondida es clave. Lo supo el país cuando el año pasado la empresa sufrió 47 días de huelga por parte de sus trabajadores y la actividad minera bajó un 18,7%. Es más, según la corredora de bolsas Fynsa, ese paro redujo en al menos un 0,5% el crecimiento anual del país, que finalmente fue de 1,5%.
Tal como consigna El Mercurio, la propia Fynsa estima que si un nuevo paro se diera por 20 días «el PIB anual de Chile para 2018 podría afectarse en -0,2 puntos porcentuales».
El plan del sindicato, según varios medios, sería de paralizar por 30 días. En ese caso, la consultora Plusmining estima que impactaría en nada menos que US$ 690 millones a Escondida, según consigna La Tercera. La cifra es no menor, si se considera que la empresa representa el 20% de la producción minera nacional.
PUBLICIDAD
Pero en estimaciones más cautas, un reporte de Bci Estudios estima «un impacto negativo de hasta 0,3% en el crecimiento PIB de este año, si la paralización se extiende por más de un mes».
El sindicato señala que está dispuesto a sentarse a conversar hasta el próximo lunes, mientras que desde la empresa afirman que el bono de 18 millones por trabajador para el término del conflicto es la mejor oferta posible. Desde el gobierno, siguen la trama con atención.