Más de 50 personas fallecidas en Canadá por el calor extremo, otras 29 en Corea del Sur y una alerta en Europa por la ola de calor más intensa del año, con temperaturas que podrían bordear los 47° C es el escenario que actualmente enfrenta parte del hemisferio Norte, y que se ha traducido en la preocupación de la comunidad científica internacional acerca de la rapidez con la que avanzan los efectos del cambio climático.
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Sin embargo, este no sería el peor escenario. Al menos así lo sostuvo un grupo de investigadores de varios países que analizaron y cuantificaron un desolador panorama para la humanidad hacia mediados del siglo XXI en este sentido.
En el documento «Cuantificación del exceso de muertes relacionadas con las olas de calor en escenarios de cambio climático: un estudio de modelos de series cronológicas en varios países», publicado el pasado 31 de julio, en el que participaron os investigadores chilenos del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Los Andes, Patricia Matus Correa y Nicolás Valdes Ortega, la mortalidad asociada a olas de calor podría incrementarse en al menos un 750% hacia mediados de SigloXXI en algunas zonas tropicales.
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Según el documento publicado en el sitio de la revista de divulgación científica PLOS Medicine, esta Alza sería menor en EEUU y Europa. Nuestro país tampoco se libra de los riesgos y según el informe las muertes por esta causa podrían tener un incremento de hasta un 525% hacia el 2080.
Exceso de mortalidad
Para el informe, los investigadores recolectaron «series históricas diarias de temperatura y mortalidad promedio para todas las causas o causas no-externas, en períodos que van desde el 1 de enero de 1984 hasta el 31 de diciembre de 2015, en 412 comunidades dentro de 20 países / regiones».
Luego de las asociaciones de olas de calor a través de un diseño de series de tiempo de dos etapas, los especialistas proyectaron las estimaciones futuras en cuatro escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero de 1971 a 1999, con cinco modelos de circulación general.
De esta manera, aseguraron en el informe que, «los resultados muestran que, si no hay adaptación, se espera que la mortalidad excesiva relacionada con la ola de calor aumente más en los países / regiones tropicales y subtropicales (cerca del Ecuador), mientras que los países europeos y los Estados Unidos tendrán un menor porcentaje de aumento en la ola de calor».
Es decir, cuanto mayor sea la variante de la población y las emisiones de gases de efecto invernadero, mayor será el aumento de la mortalidad excesiva relacionada con la ola de calor en el futuro.
«Los cambios en 2031-2080 en comparación con 1971-2020 varían de aproximadamente 2.000% en Colombia a 150% en Moldavia en el escenario de mayor emisión y escenario de población de alta variante, sin ninguna adaptación. Si consideramos la adaptación hipotética al clima futuro, bajo un escenario poblacional de alta variabilidad y todos los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, se espera que el exceso de mortalidad relacionado con la ola aumente en todos los países / regiones excepto en Moldavia y Japón. Sin embargo, el aumento sería mucho menor que el escenario sin adaptación. Las suposiciones simples con respecto a la adaptación son las siguientes: ninguna adaptación y la adaptación hipotética resultan en algunas incertidumbres de las proyecciones», advierte el documento.
Ayuda en la toma de decisiones
Respecto de las razones para realizar el análisis, los intervinientes precisaron que su trabajo «proporciona una caracterización exhaustiva de la mortalidad excesiva relacionada con la ola de calor en varias regiones y bajo escenarios alternativos de emisiones de gases de efecto invernadero, diferentes suposiciones de adaptación y diferentes escenarios de cambio poblacional».
«Las proyecciones pueden ayudar a los responsables de la toma de decisiones a planificar estrategias de adaptación y mitigación para el cambio climático», plantearon e insistieron que las olas de calor provocarán un impacto importante en la población global, golpeando fuertemente las tasas de mortalidad.