Suman y siguen los cierres de empresas emblemáticas y los consecuentes despidos masivos. A Maersk, la productora Cial, Iansa y Pastas Suazo, hoy se supo de otra fábrica que cae en esta negra tendencia. Se trata de la tradicional grifería Nibsa, que cerrará las puertas de su planta productora y tendrá un saldo de 130 trabajadores despedidos.
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Con 73 años de existencia, la empresa dejaría de tener producción propia y pasaría a ser una comercializadora, según consigna El Mercurio. Esto porque el año pasado los balances finales tuvieron saldo negativo, obligando al directorio a discutir el complejo presente de la empresa.
Las actividades cesarán a partir del 31 de agosto próximo, aunque el cierre definitivo deberá oficializarse el 27 de agosto en una junta de accionistas extraordinaria. En septiembre, entonces, los procesos de fundición y elaboración de productos de su planta en San Joaquín, donde se producen llaves, válvulas, conexiones, entre otros, llegarán a su fin.
Los 130 trabajadores de Nibsa se sumarán a los cerca de 2.660 personas que han quedado sin sustento en los últimos meses por cierres de empresas. La alerta incluso se la hizo llegar ayer el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, al ministro de Hacienda Felipe Larraín. «Si bien el contexto económico muestran mejores cifras macroeconómicas, también hemos tenido cifras que no son buenas en materia de empleo y las remuneraciones (…) a la fecha llevamos un 47% más de quiebras de empresas que en 2017”, afirmó Swett.
La manufactura chilena, por estos varios casos, sigue en ascuas.