Kofi Annan, uno de los más célebres diplomáticos del mundo y un carismático símbolo de Naciones Unidas que llegó a convertirse en el primer secretario general africano, murió a los 80 años.
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Su fundación anunció la muerte a través de su cuenta en Twitter el sábado, señalando que Annan falleció luego de una corta enfermedad que no fue revelada.
«En todo lugar donde lo tuve o necesité, él acudió y tuvo un impacto en muchas personas con su profunda compasión y empatía», afirmó la fundación.
It is with immense sadness that the Annan family and the Kofi Annan Foundation announce that Kofi Annan, former Secretary General of the United Nations and Nobel Peace Laureate, passed away peacefully on Saturday 18th August after a short illness… pic.twitter.com/NDOy2NmAAs
— Kofi Annan Foundation (@KofiAnnanFdn) August 18, 2018
Su legado en la ONU
Annan pasó toda su carrera como funcionario de Naciones Unidas. Su estilo aristocrático, su temperamento fresco y su inteligencia política ayudaron a guiar su ascenso hasta convertirse en su séptimo secretario general, y en el primero contratado desde dentro.
Cumplió dos mandatos como secretario general de la ONU, del 1 de enero de 1997 al 31 de diciembre de 2006, culminó casi a la mitad del camino cuando él y la organización internacional fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz en 2001.
Durante sus mandatos, Annan presidió algunos de los peores fracasos y escándalos del organismo mundial, uno de los períodos más difíciles desde su fundación en 1945. Los desafíos desde el principio le obligaron a pasar gran parte de su tiempo luchando para restaurar la manchada reputación de la organización.
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Sin embargo, el perdurable prestigio moral de Annan permaneció en indemne gran medida, tanto por carisma como por haber negociado con la mayoría de las potencias del mundo.
Cuando se marchó de Naciones Unidas, se convirtió en una organización global mucho más enérgica y comprometida con el mantenimiento de la paz y la lucha contra la pobreza, estableciendo el marco para la respuesta de las Naciones Unidas del siglo 21 ante las atrocidades másivas y su énfasis en los derechos humanos y el desarrollo.
«Kofi Annan hizo una fuerza para el bien», dijo el actual secretario general de la ONU, Antonio Guterres. «Con profunda tristeza me enteré de su muerte. En muchos sentidos, Kofi Annan era Naciones Unidas. Subió de rango para dirigir la organización hacia el nuevo milenio con una dignidad y determinación inigualables».
Incluso fuera de la oficina, Annan nunca dejó completamente la órbita de la ONU. Regresó a funciones especiales, entre ellas se convirtió en especial de la Liga Árabe y Naciones Unidas en Siria en 2012. Siguió siendo un gran defensor de las causas globales a través de su fundación homónima.
Annan tomó las tierras de la ONU seis años después del colapso de la Unión Soviética y presidió la organización durante una década en la que el mundo se unió contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 y que luego se dividió profundamente en torno a la guerra de Estados Unidos contra Irak. La relación con Estados Unidos lo puso a prueba como líder diplomático mundial.