El Centro Médico Einstein en Filadelfia ha conmovido con la solicitud de voluntarios para abrazar bebés. Los pequeñitos en estado vulnerable son hijos de madres adictas a analgésicos y drogas.
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El amor puede curar y en este hospital la terapia de cariño ayuda a bebés recién nacidos a sobrellevar los días de abstinencia tras dejar de recibir drogas en el vientre materno.
Los bebés que son hijos de madres adictas sufren lo que se conoce como Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN) debido al uso de drogas durante el embarazo por parte de sus madres.
«Ellos necesitan sentir amor, una voz suave que los consuele, un abrazo que los haga sentir amados», explica Mary Ann Malloy, jefa de enfermería del hospital.
Los síntomas que presenta un bebé sometido a drogas antes de nacer son los mismos que experimenta un adulto en desintoxicación.
Fiebre, irritabilidad, respiración rápida, convulsiones, trastornos del sueño, temblores, vómitos y sudoración, son solo algunos de los síntomas que experimentan los pequeños.
Este tipo de terapia basada en el cariño y los abrazos ha sido implementada desde los 80 en los Estados Unidos.
El hospital se encuentra en la búsqueda de voluntarios que quieran dar afecto y calor humano a los bebés que enfrentan este tipo de riesgo al nacer.