Ministra de Medio Ambiente califica de “inaceptable” la nube tóxica en Quintero y pide paralizar la fuente contaminante

Los reclamos de la ciudadanía de Quintero por vivir bajo una «nube tóxica» que provocó que varias autoridades por fin consideraran la situación que vive esa localidad de Valparaíso. Uno de ellas fue el Presidente Sebastián Piñera, quien este jueves pidió investigar las causas de la contaminación y, de hecho, el Intendente junto a los alcaldes decretaron alera amarilla en la zona.

Este viernes, el turno fue de la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien calificó la situación de «inaceptable» y pidió que se cierre la fuente de contaminación.

«Suspender clases no soluciona el problema. Instruí a la Superintendencia del Medio Ambiente a cumplir su mandato y paralizar fuetes contaminantes ante riesgo de salud de la población», escribió en su cuenta de Twitter.

Con esta medida se busca que los niveles de toxicidad en el aire tanto de Quintero como Puchuncaví disminuyan, evitando nuevas intoxicaciones como las vividas el martes y el jueves, cuando casi 200 personas terminaron reportando síntomas por la inhalación de un gas, hasta el momento, desconocido.

Siguen pidiendo presencia de autoridades

De hecho, este jueves la misma autoridad declaró que es «inaceptable la situación en Quintero. En terreno vi el estado de niños afectados. Se decreta alerta amarilla ambiental y fiscalización intensiva extraordinaria en la zona».

De todas formas, pese a los pronunciamientos, los habitantes de esta comuna siguen pidiendo la presencia de las autoridades. Es el caso del alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco, quien aseguró este jueves que «si es necesario voy a seguir actuando, coordinadamente, con la comunidad para que el Gobierno escuche: para eso el pueblo a uno lo elige, para representarlo en todos los ámbitos y áreas»

Por último, cabe detallar que este viernes se halló un cilindro de gas que simulaba ser una bomba en el sector de Lonquimay, con un letrero que decía «empresario y señor Piñera, con la salud no se juega».