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¿Dónde están? Una pregunta de todos los días

Este 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas

La desaparición forzada continúa tan vigente que hasta está evolucionando. Este problema ocurre a nivel mundial y no afecta solamente a una región concreta del mundo.

Aunque al inicio fue una práctica en regímenes autoritarios, como dictaduras militares, en la actualidad las desapariciones forzadas también ocurren en situaciones de conflictos internos, especialmente como métodos de represión política de los oponentes.

“De acuerdo con el derecho internacional, la desaparición forzada tiene tres elementos constitutivos principales: primero, la privación de libertad de la víctima en contra de su voluntad, independientemente de la forma en que se lleve a cabo. Esto significa que una desaparición forzada puede comenzar con un secuestro, pero también con un arresto legal”, explica Gabriella Citroni, profesor en la Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra.

Además, directa o indirectamente, debe tener participación del gobierno. “Esto significa que los perpetradores
de desapariciones forzadas pueden ser agentes del Estado (policía, ejército u otras fuerzas de seguridad) o también grupos paramilitares que actúan con la tolerancia o la aquiescencia del Estado”.

Finalmente, “el elemento verdaderamente distintivo de las desapariciones forzadas es el hecho de que la privación de libertad de la víctima va seguida de una negación de que se produjo dicha privación de libertad y de la ocultación de la suerte y el paradero de la víctima.

La consecuencia inherente es que la persona desaparecida queda fuera de la protección de la ley, en una especie de
“limbo legal”, sin ninguna garantía”, concluye la profesora Cintroni.

La desaparición forzada es una violación continua de múltiples derechos humanos y, en ciertas circunstancias (cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil), puede constituir
un crimen de lesa humanidad.

Existe un acuerdo general de que una desaparición forzada también causa múltiples víctimas: obviamente, la persona desaparecida, pero también cualquier otra persona que sufra daños como consecuencia de dicha desaparición, como los miembros de su familia. Finalmente, la sociedad en general es víctima de la imposibilidad de aprender la verdad sobre este tipo de graves violaciones.

Un delito en evolución

El estado de las desapariciones forzadas en todo el mundo es “inaceptablemente alto, con picos en ciertos países y/o regiones”, explica Cintroni.

“En términos generales, el fenómeno está evolucionando. Si bien, en el pasado se relacionaba principalmente con la eliminación de los opositores políticos, hoy en día ocurre a menudo en el contexto del conflicto interno, la lucha contra el extremismo violento, las crisis humanitarias y el crimen organizado transnacional”.

El hecho de que la desaparición forzada esté evolucionando en secreto la hace particularmente atroz y plantea obstáculos sobresalientes a las investigaciones. “La tasa de impunidad frente a este crimen es espantosa”, sentencia la investigadora.

Los sectores más vulnerables

Nadie está exento de ser víctima de desaparición forzada, señalan especialistas en derechos humanos.

“Si analizamos las estadísticas, la mayoría de las personas desaparecidas son hombres jóvenes”, explica Gabriella Cintroni, destacando las siguientes actividades como las más vulnerables: “periodistas, opositores políticos, defensores de los derechos humanos, líderes religiosos, estudiantes, maestros, manifestantes, artistas y sindicalistas”.

“Los agricultores y ecologistas son cada vez más objeto de desapariciones forzadas, a menudo en el contexto
del acaparamiento de tierras y la oposición a la tala y proyectos importantes potencialmente dañinos para el medio
ambiente, como la construcción de presas, actividades mineras y fracking”, advierte sobre la evolución de esta problemática mundial.

P&R

¿Cuál es el estado de las desapariciones forzadas en el mundo?

–La desaparición forzada ha sido, durante mucho tiempo, una herramienta de represión bien establecida.

Fue empleada por Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en una práctica común para los regímenes militares en América Latina en los años setenta y ochenta. Se ha utilizado en muchas otras partes
del mundo desde, entre otros, la ex Yugoslavia, Sri Lanka, Burundi y Guatemala, por nombrar algunos.

Hoy en día, todavía se perpetra en todas las regiones del mundo, y la impunidad del delito de desaparición
forzada es un problema persistente y generalizado que Amnistía Internacional lleva tiempo luchando en contra.

¿Hay una clasificación de países o un recuento que nos dice qué regiones tienen este problema?

–Las desapariciones forzadas son un problema grave en muchos países, en todas las regiones. Desde México a Siria, desde Bangladesh a Laos y desde Bosnia y Herzegovina a España. Amnistía Internacional no clasifica a los estados. Denuncia las desapariciones forzadas allí donde se cometen y hace un llamamiento a las autoridades para que enjuicien con justicia a todos los sospechosos de responsabilidad penal.

¿Cuáles serían las opciones para tratar de erradicar las desapariciones forzadas?

–Si un estado tiene la voluntad política de luchar contra la impunidad de las desapariciones forzadas, existen varios pasos que puede tomar para erradicar este crimen.

 

Por ejemplo, los estados pueden adherirse a la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas de 2006, o pueden aceptar la jurisdicción del Comité contra la Desaparición Forzada para gestionar las comunicaciones con las víctimas y sus familias.

Los Estados también pueden adherirse al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Entonces, si las desapariciones forzadas son cometidas en su territorio o por sus ciudadanos, el Fiscal de la CPI puede intervenir.

¿Qué país o región ha mejorado en la resolución de este problema?

–Aunque algunos Estados han llevado ante la justicia a algunas personas sospechosas de responsabilidad penal por desapariciones forzadas, la impunidad sigue siendo la norma. La gran mayoría de los presuntos perpetradores nunca han comparecido ante la justicia, principalmente debido a la falta de voluntad política de los gobiernos.

3 números sobre las desapariciones forzadas que estremecen al mundo

  1. Los países que más desapariciones forzadas han registrado. Los Estados con los puntajes más altos de casos recientes (es decir, que ocurrieron dentro de los tres meses anteriores a la recepción del informe correspondiente) son Egipto, Irak, Pakistán y México. Si se incluyen también los casos en que la desaparición comenzó antes de los últimos tres meses pero todavía está en curso. Los Estados con los números más altos registrados son Argelia, Argentina, Colombia, El Salvador, Guatemala, Iraq, Perú, la Federación de Rusia y Sri Lanka.
  2. ¿Cuántas desapariciones hay? El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias es un mecanismo internacional que recibe informes de desapariciones forzadas en todo el mundo. Existe desde 1980 y ha recibido más de 57 mil informes sobre 112 estados. En los últimos dos años, registró más de 500 casos nuevos en 23 estados de todo el mundo.
  3. Faltan ratificaciones. A la fecha, solamente existen 58 Estados partes en la Convención Internacional sobre la
    protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas (CIPD). Su pertenencia depende de la ratificación de un tratado internacional por parte de los Estados. Este número es muy bajo si lo comparamos con otros tratados internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño (196 Estados partes); la Convención contra la Tortura (163 Estados partes); o la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (177 Estados partes).

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