¿Te imaginas que tener un escarabajo, kombi o citroneta pase de ser un simple lujo vintage a lo último en electromovilidad? Eso ya no es ningún disparate con Movener, una startup chilena que reconvierte los autos antiguos y los hace 100% eléctricos.
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La idea, pionera en Chile, comenzó hace cuatro años, cuando se formalizó la empresa del ingeniero civil mecánico de la Universidad de Santiago, Gonzalo Pacheco. El director del emprendimiento define a Movener como «una empresa que entrega soluciones en eficiencia energética y de electromovilidad junto a la vanguardia tecnológica». Y lo cumple.
Él y su equipo se acogen a una norma chilena que divide a los autos creados en 1992. Desde ese año hacia atrás, se permite el cambio de motor en los vehículos, no así a aquellos modelos posteriores al 92′, que dependen de engorrosas autorizaciones del fabricante para alterarlos. Pese a eso, la limitación legal fue el gancho perfecto para un ofertón: que las clásicas joyitas, en vez de ir directo a la chatarrería, cambien su motor de combustión interna por nuevas entrañas de litio. Incluso puedes presentar un chasis con un motor descompuesto, ya que todo eso se va a la basura y se cambia por baterías eléctricas. «La única recomendación es que mantenga la caja de cambios, porque la conservamos. Pero tampoco es excluyente, podemos acondicionar una», dice el ingeniero.
En algo así como cuatro años ya lleban 12 conversiones, y Pacheco dice que son entre cuatro o cinco veces más baratas que un auto eléctrico nuevo en el mercado. En efecto, mientras los vehículos con esta tecnología rondan los 20 millones en adelante, la intervención de Movener los iguala en vanguardia por «entre 5 y 8 millones de pesos dependiendo del modelo», según cuenta Pacheco.
De vez en cuando pasean un Citroën Berlingo, su primer auto reconvertido, por las calles de Santiago, y prontamente estrenarán su nuevo auto corporativo: un BMW e21 del 82′, clásico de la industria alemana que por primera vez lucirá una versión eléctrica.
«En el taller estamos convirtiendo dos escarabajos y un Ford T de 1914, el auto más antiguo que hemos trabajado hasta ahora», dice el director de la startup. Las conversiones no solo cuentan para los autos, sino que también para bicicletas, motos, camionetas y carros de todo tipo. La autonomía, explican, parte desde los 50 kilómetros por carga, pero puede llegar sin problemas a los 300 kilómetros, dependiendo del proyecto. Pese a la inversión inicial, pasar tu auto a la electromovilidad implica abaratar en un 80% el gasto por combustible y, a su vez, ya no tener que llevarlo a un mecánico por mantención o cambios de aceite. Eso puede cotizarse a través de la página www.movener.cl.
Nueva cultura
¿Cuan complejo es pasar un auto de la combustión interna a la electricidad? «Una conversión no amerita solo una disciplina. Por lo general los mecánicos de Chile solo saben de combustión interna, a nadie se le enseña de electromovilidad. Debemos contar con varios ingenieros para calcular la reconversión de las piezas y varios técnicos eléctricos. Lamentablemente los técnicos en Chile solo saben de corriente alterna, no continua. Es algo en lo que hay que trabajar», dice el director de Movener.
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«Con el cobre y el litio queremos ser líder mundial en electromovilidad, pero no veo dónde se está generando el capital humano», enfatiza Gonzalo. Esa es la causa por la que nació el emprendimiento. De hecho, ya han formado a unos 250 mecánicos en electromovilidad, con cursos trimestrales, talleres mensuales para cualquier tipo de público y un futuro diplomado que se espera que vea la luz el próximo año. Aparte, Pacheco es profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, e imparte la primera clase de electromovilidad en Chile.
Movener apuesta por llevar la energía autosustentable a todo ámbito. Hace poco, y en colaboración con Walmart, idearon el primer camión en Latinoamérica en que el sistema de refrigeración se alimenta en un 100% de energía solar. Además tienen varios otros proyectos, relativos a intervenciones con paneles fotovoltaicos y estaciones solares para biciletas eléctricas en Vitacura y La Reina. «La electromovilidad será algo concreto cuando crezca al orden del 20% todos los años y rebasemos esa cifra marginal en el parque automotriz. Mientras tanto hay que hacer este tipo de cosas para propiciar el cambio», cierra Pacheco.