«En un país tan rico como Escocia es inaceptable que alguien tenga que sufrir para comprar un producto sanitario básico», señaló la secretaria de Gobierno Local y Comunidades en una visita a la Academia de Ardrossan, Alieen Campbell.
Un estudio de 2017 en el Reino Unido mostró que el 10% de mujeres entre 14 y 21 no puede comprarse productos de higiene femenina como tampones o toallas. Una de cada siete tenía que recurrir a sus amigas para contener su menstruación, mientras que un 12% se había tenido que improvisar una solución para mantener su flujo.
Communities Secretary @ClydesdAileen announces £5.2 million to make free sanitary products available to all school pupils, college and university students across Scotland: https://t.co/K2gG6Yc4Ck pic.twitter.com/MfvWBlXvQX
— Scot Gov Fairer (@ScotGovFairer) August 24, 2018
Además el 19% había cambiado los tampones y las toallitas por productos «menos idóneos, pero más baratos». Las cifras también han sido estudiadas por la organización escocesa Women for Independence que, a través de una encuesta, dieron a conocer que las mujeres que sufren la pobreza menstrual han llegado a usar ropa vieja o papel de diario, durante los días de sangrado.
Susannah Lane, Jefa de Asuntos Públicos de las Universidades de Escocia, estuvo presente en la visita de Campbell, y declaró que «es inaceptable que cualquiera tenga que sufrir la vergüenza y la angustia que causa la pobreza menstrual. La menstruación es parte de la vida y no debería ser un punto de inequidad, comprometer la calidad de vida o distraer del tiempo dedicado a estudiar».
Con una inversión de £5,2 millones, el plan busca eliminar los problemas que la «pobreza menstrual» le trae a unas 395.000 estudiantes escocesas, en todos los niveles educacionales.
Adicionalmente, el gobierno escocés también se comprometió a entregar esos productos a las familias con menores ingresos, unas 18.800 personas.