A un hombre de 71 años le tuvieron que amputar la mano izquierda, donde había desarrollado una úlcera de 4,5 centímetros. Tras dos días de fiebre y dolor, el sujeto fue a una sala de emergencias.
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Según The New England Journal of Medicine, los profesionales del centro asistencial lo operaron de emergencia para aislar la bacteria causante de la infección, conocida como vibrio vulnificus.
A pesar de los esfuerzos del personal, tras 25 de tratamiento, las lesiones se convirtieron en úlceras necróticas, por lo que el hombre tuvo que volver a pabellón, esta vez para la amputación de su mano.