La semana pasada una mujer encontró a un niño solo en su coche en la calle. La única explicación era una nota escrita a mano. Supuestamente los padres estaban en la calle y por eso lo habían abandonado.
PUBLICIDAD
Pero el caso tomó un vuelco cuando la policía encontró a los padres del menor, que vivían en una casa arrendada, y sin rastros de sentir culpa. «En diez años en la Policía, jamás vi padres así. Hubo casos de abandono. Pero la madre siempre volvía. Acá los dos se acusaban entre sí. Cuando fuimos a detener a la madre, estaba en el patio fumando y tomando sol. ‘Sí, yo lo dejé’, dijo, tranquila». Así narra el comisario Martín Zucotti a Clarín su encuentro con Pamela Gareto.
«No teníamos nada más que esa nota escrita a mano. Estuvimos todo el fin de semana golpeando puertas, preguntando de quién podía ser el bebé. En un momento nos dijeron que habían visto a una chica con un bebé así y que tenía otro nene. Ahí no dormí más. Lo único que me importaba era encontrar al otro nene», agrega el comisario sobre el hermano del bebé, de tres años.
«Si fuese una mujer que pedía en la calle, como trascendió, hubiese sido más fácil encontrarla. Porque la reconocerían los vecinos. No mendigaba», sigue. Sólo ocho cuadras separaban el lugar del abandono del hogar de esa familia.
El Registro Nacional de las Personas (Renaper) tomó las huellas dactilares del bebé con un nuevo equipo portátil. Pero a los padres se llegó desde el barrio y con un trabajo de investigación en Facebook.
«Cuando supimos el apellido de Pamela, fuimos a las redes para encontrar al padre», detalla Zucotti.
Habla de Claudio Filguero, de 41 años, que no le dio el apellido al bebé porque cuando nació estaba cumpliendo una condena por violencia de género contra Pamela. «Ella lo visitaba en la cárcel y quedó embarazada. El hombre recuperó la libertad en abril. Estuvo un año preso.»
PUBLICIDAD
Pamela fue detenida el lunes por la mañana, y Claudio, cerca de las 20. Policías de civil lo esperaron a que volviera de su trabajo.»Sí, ya sé, vienen por lo que hizo mi mujer», les dijo a los efectivos mientras era esposado.
«Él era ‘Poncio Pilatos’ y ella decía que su marido no quería al bebé», cierra el comisario.
La mujer reconoció que lo abandonó sola en las inmediaciones del Centro de Salud Ricardo Rojas. Pero los dos estuvieron detenidos en la comisaría de Bosques durante ocho horas. A ella luego se la envió a un refugio junto a su hijo mayor, y a él se le permitió volver a su casa.
La Dirección de Niñez y Adolescencia de Desarrollo Social de Florencio Varela intervino por el bebé. «Cabe aclarar que, atento a encontrarse el niño en estado de abandono, se ha adoptado una medida de abrigo, cuyo plazo máximo de duración es de 180 días. Durante ese lapso, se tomará contacto con el grupo familiar de origen, tanto padres como familia ampliada, para evaluar una posible revinculación», aseguraron a Clarín de Niñez y Adolescencia.
Los cargos que enfrentan los padres son «abandono de persona agravado por el vínculo», en el caso de ella, y «abandono de persona», en el caso de él. La diferencia se da en que el hombrepodría alegar que no tenía una relación de parentezco, por haber estado preso durante casi toda la vida del bebé.
En caso de que el grupo familiar no resultara apto, llegará el próximo paso: que la Justicia declare al menor en situación de adoptabilidad. En esa decisión interviene el Juzgado de Familia N°3, la Asesoría de Menores N°4 de Florencio Varela, la UFI N°6 y el Juzgado de Garantías N°8.