Los astronautas se apresuraron el jueves a colocar un parche sobre un agujero diminuto por el cual se fugaba el aire en el lado ruso de la Estación Espacial Internacional.
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La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) y las autoridades espaciales rusas enfatizaron que los seis astronautas no corrían peligro.
La fuga fue detectada el miércoles por la noche al provocar una pequeña caída de presión en la cabina. Posiblemente se debió al choque con un micrometeorito. El aire salía por un agujero de unos 2 milímetros de diámetro en la cápsula Soyuz, que se acopló recientemente con la estación.
El jueves por la mañana, la tripulación colocó un parche sobre el agujero, lo que permitió desacelerar la fuga. Mientras tanto, los controladores en tierra monitoreaban la presión en la cabina y buscaban una solución más permanente.
La Soyuz, una de dos en el lugar, llegó al laboratorio orbital en junio con tres astronautas. Es la misma que debe transportarlos de regreso a Tierra en diciembre y que debe servir de bote salvavidas en caso de emergencia.
Un vocero de Nasa dijo que aún no se puede determinar si los tres astronautas deberán regresar anticipadamente en caso de que no se pueda detener la fuga. El agujero se encuentra en la sección superior de la Soyuz, que no regresa a Tierra, añadió.
Hay tres estadounidenses, dos rusos y un alemán en la base orbital a 400 kilómetros de la Tierra. Los escombros orbitales, por diminutos que sean, constituyen un peligro constante.