Este martes, y luego de dar por finalizada la alerta amarilla, se concretó la vuelta a clases de los cerca de 1800 escolares de las comunas de Puchuncaví y Quintero.
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Las autoridades definieron que el nivel de contaminación no representaba un peligro para la salud de los escolares. Sin embargo, cerca del medio día se reportaron casos de niños con los mismos síntomas, vómito y dolor de cabeza, que se registraron durante el episodio de la llamada nube tóxica.
Según los primeros antecedentes, son cerca de 20 niños, que en su mayoría del Colegio Don Orione, los que fueron traslados hasta el hospital de Quintero.
El regreso a clase se dio en medio de la incertidumbre de los apoderados y promesas de las autoridades. Fue la seremi de Educación quien explicó el «plan de acompañamiento institucional» que se implementó este martes y que consistía en dar «contención» a los alumnos para garantizar el «bienestar psicológicos para los niños».
Otra de las medidas que está en evaluación es la implementación de purificadores de aire en algunas salas de los establecimientos, para transformar a las escuelas en el primer punto de asistencia de los menores.
En desarrollo..