El ex Presidente Ricardo Lagos afirmó que «no hay una oposición obstruccionista, pero tampoco colaboradora”, en entrevista con el programa El Informante, de TVN.
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En cuanto a la oposición, dijo que “plantea ciertos puntos de vista que me parecen correctos, pero lo importante es entender que tiene que haber un diálogo que no sea crispado, que seamos más reposados en los juicios, ese blanco o negro no es la forma de dialogar».
De acuerdo con su visión, este escenario de enfrentamiento entre oficialismo y oposición no escapa a la realidad política mundial, lo que asegura responde al hecho que «la política se siente sorprendida de lo que pasa».
«Pueden ser las redes sociales o la mayor información. La política antes era más vertical y ahora es más horizontal. En ese contexto, el mundo político se ha quedado atrás en la búsqueda de los elementos de mayor horizontalidad (…) Lo que había era más respeto por las instituciones, eso se ha ido perdiendo porque hay mayor cotidianeidad. La autocrítica es que se actúa como si estuviésemos en los tiempos de antes y no se establecen los mecanismo para aprender a escuchar», expuso.
Defensa del CAE
El otrora gobernante defendió el Crédito con Aval del Estado (CAE), el cual fue instaurado el 2005 durante su mandato, asegurando que la medida le dio la chance de estudiar a miles de jóvenes.
«En ese momento estamos hablando del año 2005, los que podían acceder a un crédito (fondo solidario) adecuado eran los que estaban en el Cruch, vale decir, aproximadamente el 45 % de los estudiantes», afirmando de paso que quienes no tenían apoyo para financiarse era casi el 60% en la educación superior.
«Estaba con el problema del financiamiento del Auge, de Chile Solidario, y la única forma de atender a esos estudiantes era dándoles un crédito», pero con una condición, la existencia de una agencia encargada de fiscalizar la calidad de los estudios que daban las universidades y la empleabilidad de las carreras. En ese aspecto, aseguró que hubo «una falla importante».
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De igual manera, defendió la creación del crédito indicando que «este año pidieron CAE más de 50 mil jóvenes, eso me dice que no es tan malo lo que se ha logrado, que se expanda la matricula, dónde estarían estos jóvenes si no estuviera el CAE».
«No se puede refundar el país cada cuatro años»
Lagos también entregó su opinión sobre el momento que vive la centroizquierda nacional desde la oposición y los problemas que han surgido tanto con el Gobierno como con sus pares. Respecto al primer escenario, recordó el error cometido cuando se instaló el término de la retroexcavadora.
«Son expresiones respetables como cualquier otra, pero nunca compartí la teoría de la retroexcavadora ni la comparto, las cosas en democracia se construyen todos los días y usted va construyendo en base a lo que dejó el antecesor», sostuvo, poniendo como ejemplo de su gestión en atención primaria en base a lo que hicieron Patricio Aylwin y Eduardo Frei.
Además, comentó sobre la irrupción del Frente Amplio y los problemas que han tenido para sostener su discurso de renovación de la política una vez obtenida la participación en el Congreso.
«No los llamaría refundacionales, lo normal es que cada generación tiende a pensar que el mundo comienza con ellos y lo demás es historia. Después se van dando cuenta que la vida es más compleja», expresó.
«Solidaridad mal entendida»
También tuvo espacio para el análisis de la política internacional, específicamente en el ámbito regional y los efectos de la administración de Donald Trump en Estados Unidos. En ese sentido, dijo que Michelle Bachelet, recientemente asumida como Alta Comisionada de Derechos Humanos en la ONU, «lo hará como siempre lo ha hecho, con mucho talento».
Respecto al escenario latinoamericano, hizo un llamado de atención a los políticos de izquierda para no apoyar los gobiernos con ideologías afines donde exista evidencia de violación a los Derechos Humanos, alertando que existe una «solidaridad mal entendida» que calificó como «lamentable».
En el caso de Venezuela por ejemplo, enfatizó en que Nicolás Maduro «no tiene ningún matiz. Se está presionando a un pueblo con las tarjetas, es un pueblo con necesidad de ayuda humanitaria y hambre. Vamos a ser claros, las mujeres embarazadas al quinto mes ya no tiene leche para darle a los niños, y las de reemplazo no hay. ¿Qué hizo el régimen? Suprimió las estadísticas de mortalidad infantil».
En tanto, puso una nota de atención respecto a las consecuencias que tendrá para la región las medidas tomadas en Estados Unidos por Donald Trump, especialmente en materia económica.
«Estamos viviendo un mundo donde todas las instituciones creadas post segunda guerra mundial están siendo cuestionadas. Y esto se agrega que las instituciones creadas en negociaciones multilaterales están todas prácticamente bajo la destrucción de Trump. Cuando esto ocurre, los países continente terminan siendo los únicos que emergen», sentenció.