Mientras el comercio internacional está a la expectativa de cómo golpean los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y varias economías emergentes ven que su moneda se desvaloriza, Chile hizo su movida y escogió bando en el conflicto: el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, está de visita en Beijing para estrechar el intercambio comercial con el gigante asiático.
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Muestra de la movida estratégica es que Ampuero se reunió ayer con dos autoridades claves: el ministro de Comercio, Zhong Shan, y el presidente de una de las mineras más grandes de Asia, Guo Wenqing. Uno de los temas claves entre el canciller chileno y el ministro local fueron las implicancias para el mundo y nuestro país de la guerra comercial, además de pulir detalles para la entrada en rigor de la ampliación del Tratado de Libre Comercio que ambos países sellaron en la APEC del año pasado en Vietnam.
China es el mayor socio comercial de Chile. De hecho, el 27,5% del total de las exportaciones del país van a parar a China, según cifras de 2017. Y el cobre juega un papel fundamental, puesto que el 55% del metal rojo que importa el gigante asiático viene exclusivamente de Chile y Perú.
A Ampuero le depara otra jornada relevante hoy, cuando se junte con el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y con el vicepresidente chino Wang Qishan.