Lo que alguna vez para el dictador chileno Augusto Pinochet fuese un ejemplo a seguir ya no va más para España. Este jueves los legisladores del país europeo respaldaron el plan del gobierno para abrir la tumba del dictador español Francisco Franco y sacar sus restos desde su controversial mausoleo en el Valle de los Caídos para ser entregados a la familia “si es posible”.
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El decreto real fue aprobado por 172 votos a favor y dos en contra, en una votación mayormente simbólica en el Congreso de los Diputados. Hubo 164 abstenciones, de los derechistas Ciudadanos y la mayoría de los conservadores del Partido Popular.
“En el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española, como lugar de conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas de la contienda”, señala el decreto.
Franco no falleció en la guerra, fue sepultado en 1975 en el memorial a 50 kilómetros de Madrid cuya construcción él ordenó y que está coronado con una cruz de 150 metros, por lo que no cumple con las condiciones del decreto.