Tras la confirmación de siete nuevos casos de personas intoxicadas en el Hospital de Quintero, un día después de levantarse la alerta amarilla, las organizaciones sociales expresaron su inquietud ante el retorno a clases fijado para mañana.
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Se trata de 9.820 estudiantes de 31 establecimientos de Quintero y Puchuncaví, además de los párvulos de 19 jardines, deben retomar las clases este lunes. Los recintos han sido sometidos a limpieza con máquinas de hidrolavado y bactericidas y al menos siete de ellos siguen en toma por sus alumnos.
Carlos Domínguez, vocero del Consejo Comunal de Salud de Quintero, dijo al diario La Tercera que “mientras no haya certeza de que no habrá uno o cien intoxicados más, el gobierno debiera mantener la alerta amarilla porque es una irresponsabilidad que los niños vuelvan al colegio en estas condiciones”.
Los últimos siete casos de intoxicaciones coinciden con un peak de dióxido de azufre (SO2) de 1.050 partículas por millón registrado al mediodía del viernes frente al cordón industrial de Ventanas, en la estación Los Maitenes de la Red de Monitoreo Ambiental dependiente hoy del Estado y en una jornada donde la bahía de Quintero presentó vaguada costera y alta humedad, factores desfavorables para la ventilación de la zona.
De acuerdo al reporte del Hospital Adriana Cousiño de Quintero, los siete casos -niños y adultos- evidenciaron síntomas asociados a intoxicación con mareos, cefaleas y náuseas. De ellos, dos menores ya habían presentado intoxicación en episodios anteriores y una de ellas, de 13 años, permanecía hasta hoy hospitalizada en observación al presentar un cuadro de midriasis (dilatación de pupilas).
El seremi de Salud, Francisco Álvarez, enfatizó que como autoridad han realizado más de 60 fiscalizaciones a industrias y ocho sumarios, y recalcó que han tomado medidas, la última de ellas -de los ministerios de Salud y Medio Ambiente- derivó en un decreto presidencial, que ya está en Contraloría de la República para su toma de razón.
Este decreto solicita declarar alerta sanitaria en la zona hasta que entre en vigencia el nuevo plan de descontaminación y que permitirá, entre otras cosas, decretar emergencia y preemergencia ambiental. De ser aprobado, la autoridad sanitaria podrá prohibir o limitar el funcionamiento de industrias.