Con una fuerte lluvia mañanera fue recibido el Presidente Sebastián Piñera a su llegada a Nueva York. Pese a que con el correr de las horas se despejó, el clima en el edificio de la ONU no estaba para arcoíris. Y así lo hizo saber el mismo mandatario que imputó la presunción de crudos crímenes con la humanidad en Venezuela y que pidió que se investigaran por una corte internacional.
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Junto a líderes de Canadá, Colombia, Argentina y Perú, Piñera firmó una carta para pedir a la Corte Penal Internacional de Justicia que investigara delitos de Lesa Humanidad ocurridos en la administración de Nicolás Maduro.
¿Qué significa eso? Que es posible que existan hechos como exterminio, tortura, persecución política y desaparición forzada, pues así define el concepto el Estatuto de Roma.
«Existen informes de la Secretaría General de la OEA, que ha planteado un panel de expertos, de presunta existencia de delitos de Lesa Humanidad en Venezuela y eso es extraordinariamente grave», señaló Piñera.
El canciller Roberto Ampuero lo respaldó indicando que «Los documentos que hemos visto y que hemos presentado muestran que allí en Venezuela se han cometido crímenes de Lesa Humanidad. Lo que nosotros queremos es que sean investigado y que se detecte a los culpables».
Bachelet tomó distancia
Pese a que el tono de los participantes de la 73° Asamblea General de la ONU fue criticar el régimen de Maduro, que ha significado el éxodo de cerca de tres millones de venezolanos y un agudo panorama alimenticio y de salud, Michelle Bachelet decidió tomar distancia de la postura de Piñera.
En su rol de Alta Comisionada de DDHH de Naciones Unidas señaló que firmar esta carta por parte los países firmantes es «una decisión de ellos de hacerlo y es una decisión del Tribunal decidir si acoge o no esta solicitud».
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Pero las tensiones con Nicolás Maduro continuaron. De hecho, aunque nadie lo esperaba el presidente de Venezuela llegó hasta Nueva York y participó de la reunión.
Fue ahí donde envió un duro mensaje a Chile. Lo acusó de actuar junto con Estados Unidos, México y Colombia en el presunto atentado con drones de agosto pasado.
El tono de las acusaciones es duro pero al cierre de esta edición no hubo respuestas del Gobierno de Chile sobre esta nueva imputación, ahora a nivel internacional.